Boston Celtics, el regreso del gigante que va por su corona número 18 con jugadores sin experiencia
Hace 12 años que no accedían a una final de la NBA
Celebró Boston la victoria, como visitante, en el séptimo juego de la final de la Conferencia del Este. Se sacó de encima años y años de frustraciones. Es que son 34 años desde que Larry Bird y el penúltimo equipo icónico de Boston llegara a unas Finales. Desde entonces, solo pudieron pisar el escenario por la conquista del anillo en dos participaciones y tuvieron un bagaje muy lejano de lo que fue como franquicia dominante. Se perdieron en el tiempo, sufrieron el retiro definitivo del legendario entrenador y presidente de operaciones Red Auerbach, padecieron los errores y disfrutaron de algunos aciertos de Danny Ainge (fue manager general desde 2003 hasta junio de 2021), pasaron por una infinidad de procesos y encontró soluciones de la mano de Ime Udoka, que en su primera temporada como entrenador de los Celtics lo puso nuevamente en una final.
“En los Celtics no celebramos los Campeonatos de Conferencia, tenemos planes más grandes...”, dijo Udoka, ex jugador de Murcia y Gran Canaria en la Liga Endesa, y de Lakers, San Antonio Spurs, Knicks, Portland y Sacramento, en la NBA. A los 44 años, después de 7 años como asistente de Gregg Popovich, parece haber encontrado el punto exacto para hacer explotar a jugadores como Jayson Tatum, Marcus Smart y Jaylen Brown.
Y en el momento exacto sacó todo lo que tenían a disposición. Jayson Tatum (26 puntos, 10 rebotes, 6 asistencias, 1 robo y 2 tapones), Jaylen Brown (24 puntos, 6 rebotes y 6 asistencias) y Marcus Smart (24 puntos, 9 rebotes, 5 asistencias y 2 robos) fueron los hombres que quebraron la resistencia de Miami Heat, que atemorizaba con Jimmy Butler y Bam Adebayo.
Cosechó 51 victorias en la temporada regular, fue el mejor equipo de 2022 como año natural, fue contundente en la primera serie de playoffs ante los Nets, se quedó con una serie extraordinaria a siete partidos ante Milwaukee Bucks, vigentes campeones, y demostró en otros siete encuentros tremendos ante los Heat, que le sobran argumentos para creer que puede ahuyentar viejos fantasmas y colocarse el anillo 18.
El último que ganó fue 2008, con Kevin Garnett, Paul Pierce y Ray Allen. Y la última vez que aterrizó en una final fue en 2010. Después sólo acumuló pasos frustrantes. Por eso festejó de esa manera la conquista del Este, ya que tenía un bloqueo mental con esa instancia, porque accedieron a las finales de Conferencia en 2017, 2018 y 2020, pero todos fueron golpes durísimos.
Ahora la historia es diferente, no perdieron todavía dos partidos consecutivos en toda la postemporada, se quedaron con un séptimo juego en el Boston Garden y un séptimo en el AmericanAirlines Center de Miami, todas batallas que desgastan a cualquier equipo. Aunque tiene ahora 72 horas de descanso antes de que, en la noche del jueves, empiecen las Finales, las ganas por medirse con los Warriors se traduce en el semblante de este grupo de jugadores que no tiene experiencias en finales.
“Este grupo significa todo. No podría estar más orgulloso de estos muchachos. El camino que tomamos para llegar aquí no fue el más sencillo, por eso la alegría es tan grande. No mucha gente creyó en nosotros, porque tomamos el camino más difícil y funcionó”, dijo Tatum, tras recibir el premio MVP Larry Bird, al jugador más valioso de la final de la Conferencia del Este.
Los Celtics sobrevivieron a sus propios fantasmas y llegaron al lugar que les corresponde: las finales de la NBA. Son 17 títulos y 22 de Conferencia, por eso es imposible no imaginar que estará en el aire el aura de Bill Russell, Bob Cousy, Red Auerbach, Larry Bird...