Red Bull busca los motivos del desastre que representó la primera carrera de la Fórmula 1 en Bahrein

Los abandonos de Max Verstappen y Checo Pérez llenan de interrogantes a la escudería

Resultó evidente que las unidades de potencia de ambos vehículos se quedaron sin combustible, a pesar de que había suficiente E10 de ExxonMobil en sus respectivos depósitos. Por lo tanto, se cree que algo en el sistema de combustible del RB18 presentó los problemas y por eso no estaba recogiendo los últimos litros que debía llevar a los RB18 para llegar a la bandera a cuadros.

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Hasta que no desmontemos todo el coche, no tendremos una idea clara de lo que ha fallado”, dijo Christian Horner, el director del equipo. Mientras que el jefe de deportes de motor de Red Bull, Helmut Marko, dio a entender que el fallo estaba en un componente clave de un proveedor externo. “Lo que sospechamos es que hay problemas con la bomba de combustible de ambos coches. Pero la bomba de combustible no viene de nosotros, sólo tenemos que llevarla. Y nunca habíamos tenido este problema, eso es lo extraño”, le dijo Marko a Motorsport.com.

Max Verstappen habló sobre todo lo que tuvo que lidiar con su monoplaza: “Nos hemos sentido bastante competitivos durante todo el fin de semana, así que el resultado final en Bahrein resultó muy desafortunado para nosotros. Los problemas empezaron con los frenos, que se sobrecalentaron y tuve que levantar el pie, por lo que perdí ritmo y tuve que dejar alejarse a Charles [Leclerc]. Después de eso, hubo algunos problemas con el equilibrio del coche y tras mi última parada en boxes se me bloqueó el volante. Eso dificultó mucho la conducción, por lo que defenderse de Carlos [Sainz] en la reanudación no fue fácil. El problema final parecía tener que ver con el sistema de combustible, por lo que me vi obligado a retirarme y fue muy doloroso para nuestros dos coches. Aún no sabemos exactamente qué falló, pero analizaremos los datos y nos aseguraremos de aprender de ellos. Al fin y al cabo, el automovilismo es imprevisible y estas cosas pueden pasar, esta es la primera carrera, tenemos muchas más por delante”.

La incertidumbre es grande en Red Bull, porque Helmut Marko explicó que el sistema de alimentación –entendido como el circuito y bombas que captan la gasolina del depósito y la llevan hasta el sistema de inyección– se había sido revisado al completo, desmontado y vuelto a montar en la jornada previa al Gran Premio de Bahrein.

Lo de la inspección del sistema fue una maniobra que hicieron todos los equipos y la FIA les concedió una hora extra de trabajo para ello, después de que se advirtieran algunos problemas en este circuito, muchas de cuyas piezas son estándar, suministradas por un proveedor seleccionado por la FIA tras un concurso. Todo ello además de los sensores de presión y temperatura y de los fluxómetros. Era una forma de ahorrar dinero y, sobre todo, de que la FIA mantuviera un control mejor sobre el consumo.

Sergio Checo Pérez, también quedó un poco desorientado respecto a lo sucedido el último fin de semana y espera que para el domingo próximo, en Jeddah, la historia sea diferente: “Iba a ser un gran comienzo de temporada, pero desgraciadamente no conseguimos el resultado que esperábamos. Teníamos el podio en el bolsillo hasta la última vuelta. Un par de giros antes del final pude sentir que perdía potencia, sabíamos que había un problema y éramos conscientes de lo que había pasado con Max. Tuve un problema similar al de su coche, de momento creemos que fue un problema del sistema de combustible y básicamente el motor se paró. Es difícil de digerir, pero vamos a buscar la parte positiva y estaremos más fuertes en Jeddah. Estoy seguro de que llegaremos al fondo del problema, somos un gran equipo y realmente creo en él. Lo de hoy es muy decepcionante y un desafortunado comienzo de temporada, pero un año es mucho tiempo en la Fórmula 1 y solo llevamos una carrera”.

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