La realidad sobre el círculo de confianza cada vez más reducido de Vladimir Putin
Las personas que escucha el presidente son cada vez menos, y en la actualidad han quedado reducidas a tres o cuatro. La dinámica de un vínculo al que pocos se atreven
Diez años atrás, cuando promediaba su ya largo mandato, el círculo de confianza del agente del servicio secreto contaba con varias docenas de personas, a las que él escuchaba con atención sobre diferentes asuntos.
Sin embargo, desde el año 2016 ese grupo de personas de confianza ha comenzado a reducirse hasta un selecto equipo de entre tres o cuatro personas que rodean a Putin en la actualidad y a las que él está dispuesto a escuchar.
Entre ellos está el Ministro de Defensa Sergey Shoigu, en quien confía, y quien ha jugado el papel principal en esta invasión. También está Nikolai Patrushev, su jefe del Consejo de Seguridad y uno de sus amigos más antiguos, que todavía está en su entorno, y quien fue su sucesor como director del servicio secreto, o F.S.B. Y probablemente uno o dos amigos más de San Petersburgo. Eso es todo.
Con relación al círculo ampliado, o incluso con la base de sustentación de Putin vinculado al grupo de los oligarcas, la relación parece atravesar un periodo de tensión y frialdad. El 16 de marzo, Putin lanzó una escalofriante advertencia contra la desobediencia a la línea del Kremlin, diciendo que Occidente estaba apostando “por una quinta columna, por traidores a la nación” para debilitar a Rusia.
Es que no muchos de sus aliados más fieles habían sido informado de los planes del mandatario de invadir Ucrania, ni estaban preparados para las sanciones. Varias fuentes rusas hablaron con el diario italiano La Repubblica en Kiev: “Aquellos que durante años habían construido una reputación y un imperio en casa o habían cultivado una dulce vida en el extranjero entre villas en el Oeste y enormes cuentas ocultas, hoy ven sus castillos desmoronarse como la arena bajo el duro golpe de las sanciones occidentales”.
Y a medida que Putin intensifica su guerra, se aisla más y más, según informes de funcionarios de inteligencia estadounidenses y europeos. Empresarios y políticos que alguna vez formaron parte del círculo íntimo de Putin ahora parecen no querer o poder presionarlo para que cambie de rumbo.
La soledad en la que ha caído el mandatario ruso podría ser, sin embargo, un peligro para el desarrollo de los acontecimientos bélicos y, en general, para el futuro global. Andrei Soldatov es una de las personas que cree que “cuando estás rodeado de personas que solo te escuchan, llegas a creer que eres el tipo más inteligente del lugar, el que más sabe sobre cualquier tema”.
“Creo que ese fue el mayor desafío para las agencias de seguridad e inteligencia a la hora de informarle sobre lo que estaba pasando en Ucrania, porque todo el mundo sabe que Putin tiene sus propias opiniones firmes sobre el tema. Incluso está escribiendo artículos sobre la historia de Ucrania y habla incesantemente sobre Ucrania. ¿Quién podría desafiarlo?”, se pregunta el experto.
Sobre si los militares son un centro de poder alternativo que podría tomar desarrollarse y desafiar a Putin, Soldatov cree que es un territorio desconocido del cual es difícil saber con certeza lo que pueda pasar.
“Por un lado, Shoigu, el Ministro de Defensa, es un político muy astuto. Ha tenido cargos durante treinta años. Se convirtió en Ministro de Emergencias y Socorro en Desastres en la década de 1990, y todavía es ministro. Ahora tiene un ministerio mucho más poderoso, pero sin embargo sigue siendo el mismo tipo. Y aunque hemos tenido tantos cambios, tantas crisis políticas durante treinta años, Shoigu siempre sobrevivió. Pero lo suyo siempre fue mostrar su total lealtad a Putin. Puede ser un juego, pero Putin le cree y confía en él y cree que Shoigu le es absolutamente leal”, dijo.