Cómo fue el experimento de Battaglia en la práctica de Boca
El DT xeneize ensayó varias ideas que tiene en mente para el domingo ante Estudiantes.
La derrota con Huracán caló muy hondo. Porque dejó muchísimas dudas en el aspecto futbolístico e incluso, aunque desde adentro se trate de amainar el rebote, también puso en jaque a Sebastián Battaglia, que si bien tiene el respaldo de los referentes del plantel, en las próximas dos semanas se enfrentará a un par de partidos que podrían ser determinantes en su futuro: Estudiantes en La Plata y River en el Monumental. Y para empezar a levantar cabeza, el técnico de Boca ya puso en marcha su plan.
El experimento Battaglia de este miércoles tiene que ver con el golpe de efecto con el que el DT de 41 años intenta revertir la situación. Con ese pensamiento arrancó la semana el León, que pese a que en otras ocasiones hasta adelantó una práctica de fútbol porque al día siguiente se pronosticaban tormentas, esta vez no importó el aguacero que cayó sobre el Centro de Entrenamiento de Ezeiza. Hubo fútbol, pero también cambios, sorpresas y pruebas.
Es evidente que Battaglia busca una reacción en el equipo después del partido con Huracán, en donde la Bombonera también bajó línea en el final del partido al exigir una victoria en el superclásico. Y parte de esa reacción tiene que ver con las variantes que hizo en el entrenamiento: primero paró un equipo base, "normal" y "lógico", si se quiere, pero después empezó el verdadero experimento...
Porque de entrada Battaglia paró un 11 con tres cambios respecto a la derrota con el Globo: Zambrano estuvo por Izquierdoz, que este miércoles no participó por precaución por un corte en una ceja; Fabra cumplió la sanción y reapareció por Sandez; y Luis Vázquez reemplazó a Nico Orsini, que a su vez el domingo había jugado en lugar de Darío Benedetto (arrastra una molestia). Hasta ahí todo bien, el tema fue después...
Una de las claves para empezar a entender la actitud de Battaglia se puede explicar a partir de Juan Ramírez: apenas llegó se convirtió en titular y en una pieza clave del equipo, aunque después de la lesión bajó mucho su rendimiento y no volvió a ser el mismo; pese a eso, el DT pareciera tenerle mucha más paciencia que a otros jugadores a los que sacó al toque, por apenas uno o dos partidos mal (léase Eduardo Salvio). Al margen de todo eso, este miércoles el entrenador sacó al ex Talleres y San Lorenzo.
En el lugar de Ramírez estuvo el Changuito Zeballos, que se paró más cerca de la banda izquierda que de extremo como le gusta a él. Además, Battaglia no sólo reemplazó el 4-3-1-2 por un 4-4-2 bien marcado, sino que aparte siguió metiendo mano: mantuvo al arquero y la defensa, pero puso a Medina por Campuzano y a Salvio por Villa.
Hay una realidad y es que las veces que Battaglia, por ejemplo, se refirió a los constantes cambios de esquemas, argumentó que el equipo debe estar preparado para diferentes circunstancias de los partidos y de los rivales de ocasión. Pero también este experimento de mitad de semana, en el que hay otros nombres, un dibujo diferente, la intención de amalgamar un nuevo concepto cuando el anterior no termina de cerrar y jugadores que juegan de una cosa pero que ahora lo hicieron de otra, puede representar un escenario de dudas sobre una idea que no terminar de convencer...
¿Por qué sigue probando Battaglia? ¿Por qué le cuesta encontrar un esquema y un 11 sobre el que trabajar y solidificar conceptos? ¿Qué es lo que más le preocupa? ¿Por qué tantos cambios de nombres, de esquemas y de ideas antes de dos partidos que pueden ser condenatorios para el futuro de Boca en el campeonato? Sólo el DT, y su experimento, tienen las respuestas.
El primer 11 que paró Battaglia en la práctica
Agustín Rossi; Luis Advíncula, Carlos Zambrano, Marcos Rojo, Frank Fabra; Pol Fernández, Jorman Campuzano, Juan Ramírez; Óscar Romero; Sebastián Villa y Luis Vázquez.
El segundo 11: el experimento del DT
Agustín Rossi; Luis Advíncula, Carlos Zambrano, Marcos Rojo, Frank Fabra; Aaron Molinas, Pol Fernández, Jorman Campuzano, Exequiel Zeballos; Eduardo Salvio y Luis Vázquez.
