Herrera ilumina al Atlético
El mexicano completó su primer partido de Liga desde el 5 de diciembre de 2020. Puso pausa, salida, recuperación y mejoró a un Koke en su mejor actuación en tiempo.
Sin embargo, con De Paul sancionado, Simeone le dio la oportunidad a Héctor Herrera en la sala de máquinas y el mexicano demostró que está preparado para tener más minutos. Junto a Koke, el ‘16’ se hizo fuerte contra Osasuna, puso calma al juego del Atlético siempre que tuvo la oportunidad y fue un apoyo constante para cualquier compañero dando claridad a la posesión. Herrera acabó con 47 pases acertados, el que más del equipo con diferencia (le siguió Koke con 36).
Pero, si el mexicano se antoja como un jugador más de corte ofensivo, la temporada pasada ya dejó patente que se adapta perfectamente a ese pivote. Ante Osasuna se midió en 19 duelos cuerpo a cuerpo, el que más del Atleti, dejó cinco entradas y nueve recuperaciones, de nuevo el mejor del equipo en esta faceta empatado con Koke. Y es que el capitán fue el más beneficiado de la entrada de Herrera en el once. Se le vio más cómodo, suelto para adelantar metros en la presión, con un compañero con el que combinar a ras de suelo y, tras la entrada de Kondogbia y Javi Serrano, redondeó su mejor actuación en mucho tiempo con la asistencia del gol de la sentencia de Correa.
Herrera tiró de veteranía para poner una calma muy necesaria al centro del campo colchonero y la defensa también agradeció su buen posicionamiento táctico y colaboración en la elaboración desde atrás. El mexicano completó su primer partido de Liga desde el 5 de diciembre del 2020 (contra el Valladolid en el Wanda Metropolitano). Este curso sólo había gozado de 90 minutos en Copa del Rey frente a la Real Sociedad, donde fue uno de los pocos destacados. Su aportación estaba siendo muy escasa y fue su cuarta oportunidad en el once en toda la temporada (suma 564 minutos), quedando habitualmente como recurso en los finales de partido para buscar la remontada o mantener el resultado, pero sin apena peso en el equipo. El Sadar puede ser un punto de inflexión para Herrera, que demostró que todavía hay fútbol en sus botas y que es una solución para un centro del campo que reencontró la tranquilidad contra Osasuna.
