El Newcastle patina en el mercado sin un 'Monchi'
Cinco refuerzos aterrizaron en St James’ Park del centenar de jugadores que sonaron. No están todos los que querían, pero sí valen todos los que están.
A St James’ Park han llegado los suficientes refuerzos para lograr la permanencia, aunque en esto del fútbol ya se sabe que no hay nada asegurado. Por muchos billetes que se pongan encima de la mesa. Y por muchos que tengan en el banco, no han podido atraer a todos los nombres ni reforzar todas las posiciones que Eddie Howe, su entrenador, necesita. Cierto es que el anterior propietario Mike Ashley no era conocido precisamente por su generosidad a la hora de fichar jugadores, pero la nueva propiedad del club ha igualado en un mercado el gasto del empresario británico durante 14 años.
Así fue como cayó el fichaje de Jesse Lingard. Para lograr la cesión del futbolista del Manchester United, debían firmar una cláusula encaso de evitar el descenso. Pese a haber mostrado su interés previamente, las urracas no volvieron a interesarse por el inglés hasta que Hugo Ekitike, delantero de 19 les dijo que prefería esperar al verano para decidir sobre su prometedor futuro. Sevilla y Lille también incluyeron cláusulas de última hora en las negociaciones por Diego Carlos y Sven Botman. No se concretó el traspaso de ninguno de estos centrales, y Howe tuvo que esperar para reforzar la posición más feble de su esquema. A última hora del último día de mercado, apareció la opción de Dan Burn. El defensa de Brighton, originario del noreste de Inglaterra y aficionado del Newcastle United de toda la vida cuadraba con lo que Eddie Howe quería. Se hacía con un defensa tan bueno con los pies como con la cabeza. Y por delante suyo alineará al fichaje más interesante del mercado para las urracas, el de Bruno Guimaraes. Al contrario que Sevilla, Lille o Manchester United, el Olympique de Lyon mostró su interés en vender al centrocampista brasileño.
En el último día de mercado llegó también Matt Targett. El lateral izquierdo se había quedado sin sitio después de la llegada de Lucas Digne al Aston Villa. Digne, casualmente, había sido la primera apuesta de las urracas, pero aunque el galo tenía ganas de salir del Everton, no tenía tantas de marcharse al Newcastle. Sí las tuvo Kieran Trippier, cuyos representantes dejaron claro al club geordie el interés del lateral derecho por regresar al norte de Inglaterra y reunirse con su familia, y también con Eddie Howe, con quien había coincidido en el Burnley previamente. El fichaje del excolchonero debía servir para atraer otros nombres que mejorasen considerablemente la plantilla. No ocurrió así, y aunque el Newcastle United tiene efectivos suficientes para lograr la salvación, podría echar en falta otro delantero centro, especialmente si su principal amenaza en ataque, Callum Wilson, estará de baja todavía un mes más.