Misterioso Diego Costa
El delantero brasileño, agente libre tras rescindir contrato con el Atlético Mineiro, deja en 'stand by' una propuesta del Corinthians a la espera de una oferta de un club español.
Así que, mientras espera la concreción de la oferta del club español que más le seduce, un misterio aún por desvelar, deja en stand by la propuesta del Timao. Como continúa informando la citada fuente, no le importaría seguir en Brasil de no llegar a cristalizar el interés por el que está poniendo a la cola toda aquella llamada de los clubes que buscan delantero. Pero su obsesión es volver a vivir en España, donde alcanzó su clímax deportivo y personal. Y ha parado todo por ello
No suena otra palabra en la cabeza de Diego Costa, aislado del ruido exterior. Desde Inglaterra, el Arsenal es otra de las opciones que ponen sobre su mesa del reciente campeón del Brasileirao. Lacazette enfila la rampa de salida y Aubameyang enlaza lío tras lío extradeportivo, por lo que Arteta suspira urgentemente por un delantero. No es El Animal que sembró el terror en España antes de emprender rumbo a Inglaterra, pero todavía quedan vestigios de lo que fue: en 19 partidos con el club brasileño, anotó 5 goles y repartió una asistencia.
También surgió la opción del Benfica, pero las pretensiones económicas de Costa ni dieron pie a la negociación. "Me da vergüenza decirte lo que te puedo ofrecer...", llegó a decirle el presidente, Luis Filipe Vieira. Incluso se le llegó a relacionar con el Valladolid, asegurando que Ronaldo Nazario podría tratar de engatusarle con un buen sueldo y el componente nostálgico de volver a Zorrilla. El Elche, con la salida de Benedetto, aparece como otra posible opción.
Volver a Inglaterra o probar en Portugal no aparecen como sus opciones prioritarias. Aunque nunca se sabe con Diego Costa. Como en el campo, siempre puede sorprender. De hecho, ya lo hizo cuando regresó a España en Navidad para entrenarse. Algo que se encargó de gritar a los cuatro vientos en sus redes sociales. Quizá también para reunirse con ese club, al que todavía nadie le pone nombre más allá de la rumorología.
