En la cuarta ola, 833 personas murieron, de las cuales 666 no se vacunaron
Según datos oficiales del Ministerio de Salud, la cuarta ola se inició la semana epidemiológica 43, es decir, el 1 de noviembre de 2021. Hasta esa fecha, el país sumó 18.930 decesos en las tres primeras olas.
El 3 de enero, Bolivia registró en total 19.763 decesos. Es decir que en las 10 semanas de la cuarta ola -desde el 1 de noviembre hasta los tres primeros días de este mes- 833 personas fallecieron a causa de la covid.
Según Salud, en la cuarta ola ocho de cada 10 que fallecen por covid no se vacunaron, es decir que de las 833 personas murieron en este tiempo, 666 no recibieron las dosis.
“En promedio, ocho de cada 10 pacientes ingresados en UTI o fallecidos son personas que no se han vacunado”, dijo la autoridad y explicó que aunque ese porcentaje suene muy “doloroso” es importante difundir esta información porque no es posible que en un país donde la vacuna está disponible -además es accesible y gratuita- existan personas que no reciban las dosis.
Auza dijo que, pese al registro alto de casos que se reportaron principalmente en la última semana (más de 34.000 casos positivos), la tasa de letalidad bajó de 6,1% en la primera ola a 0,7% en la cuarta. Esta reducción se registró -principalmente- por la aplicación de la vacuna.
Uno de los miembros del Comité Científico de la Sociedad Boliviana de Medicina Interna y Terapia Intensiva, Patricio Gutiérrez, coincidió con el dato del Ministerio de Salud. El especialista explicó que las otras dos personas que murieron por covid pertenecen al grupo de las que “tenían una sola dosis de la vacuna o porque tenían el esquema completo, pero sufrían una enfermedad de base o tenían un sistema inmunitario que no generó defensas”.
Gutiérrez dijo que la diabetes, las enfermedades renales, la hipertensión y el cáncer, entre otras patologías, son las que están llevando a terapia intensiva a los que ya recibieron su esquema completo. “Por eso es importante contar con la dosis de refuerzo”, aseguró.
El epidemiólogo Miguel Valverde indicó que evidentemente la vacuna ayudó a reducir las internaciones en los hospitales y los decesos, pero las nuevas variantes de la covid llegaron a ser “más contagiosas, pero menos letales y agresivas”.
Según Valverde, un fenómeno que está ocurriendo es que las personas vacunadas están muy confiadas en las dosis y “creen que como ya se inmunizaron no se volverán a contagiar, cuando los inoculantes sólo protegen de no llegar a una enfermedad grave, pero uno se puede seguir (infectando)”.
Gutiérrez agregó que, por eso, hoy en día, los no vacunados llegan de forma temprana en busca de atención médica, en cambio, los que se inocularon acuden muy tardíamente.
“Es importante que cuando una persona tenga síntomas de resfrío, como dolor de cabeza, rinorrea y tos, acuda inmediatamente al centro de salud para que sea evaluado por el médico y reciba un tratamiento personalizado”, sostuvo Valverde.
Tanto Gutiérrez como Valverde indicaron que muchas personas vacunadas creen que es un resfrío y no tratan la enfermedad de forma oportuna.
Los profesionales pidieron mantener las medidas de bioseguridad. “El uso de barbijo, el lavado frecuente de manos y el distanciamiento hacen que uno no se infecte o no contagie a una persona vulnerable, como a los adultos mayores”, dijo Valverde.
Una evaluación
- Reporte Entre el lunes y sábado pasados, el país registro más de 33.000 casos positivos de Covid-19, una cifra que duplica al pico de la tercera ola, cuando se llegó a 19.000. En cambio, el número de decesos cayó a casi una cuarta parte, al bajar de casi 600 decesos a 160.
- Análisis Expertos y autoridades consideran que la reducción de la tasa de letalidad se debe a la vacunación.
- Inmunización Desde febrero del año pasado hasta la fecha, 9.828.521 de biológicos se aplicaron, 4.673.515 en primeras dosis, 3.618.674 en segundas, 983.511 unidosis y 552.821 dosis de refuerzo.