El Dortmund acepta la invitación del Bayern

Los de Marco Rose se repusieron al doblete anotado por Santos Borré en la primera parte. Hazard, Bellingham y Dahoud fueron los goleadores y Haaland dio una asistencia.

José Carlos Menzel

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Tuvo que sufrir. Tuvo que tirar de carácter. Y de autoestima. Pero, finalmente, el Borussia Dortmund fue capaz de aprovechar el pinchazo del Bayern de Múnich para devolver la emoción a una Bundesliga que ya se amenazaba de volver a convertirse en una dictadura bávara. Un día después de la derrota del campeón frente al Borussia Mönchengladbach (1-2), las abejas remontaron un 2-0 en su visita al Eintracht de Frankfurt para terminar imponiéndose en el último suspiro por 2-3 y, de esta manera, colocarse a seis puntos del eterno rival en lo más alto de clasificación. Respira la Bundesliga. Porque vuelve a haber un atisbo de suspense en la lucha por esa ensaladera que, durante los últimos nueve años, terminó en las vitrinas del Allianz Arena.

Aunque la fase inicial fue claramente para el Dortmund, el sorprendente 1-0 de Borré en el minuto 15 inclinó completamente el partido a favor de los locales. Dominaron las águilas a partir de entonces y, salvo dos grandes oportunidades para el conjunto dirigido por Marco Rose, merecieron el segundo tanto que también llegó gracias al inspiradísimo Borré. los negriamarillos fallaron dos veces sobre el aluminio. Subió una marcha el BVB para volver a meterse en el partido, pero terminó topándose una y otra vez con un excelente Trapp bajo palos. Sin embargo, no estuvo fino el meta en la última acción del primer tiempo y dejó caer un disparo que Malen no supo aprovechar.

Siguió el Dortmund a lo suyo en el segundo período. Buscaba a Erling Haaland arriba, pero el kíller noruego no anduvo fino en tierras hessianas. Por ello, Rose introdujo a Hazard como revulsivo y el internacional belga no defraudó. Fue Haaland el que mandó un envío en profundidad para que Hazard encarara a Trapp y batiera al guardameta a falta de 20 minutos para el final. De repente, solo jugaba el Dortmund. Quiso más. Fue a por el empate. Y lo consiguió gracias a Bellingham. Quedaban tres minutos de reloj. Desatado el Dortmund. Quería dar ese golpe sobre la mesa que hiciera temblar a toda Múnich. Y ese golpe lo dio Dahoud. Hay Bundesliga.