Richarlison y Gray cambian el ánimo de Goodison Park

El Everton se sobrepuso para dar la vuelta al partido frente al Arsenal, y terminó ganándolo con goles de Richarlison, que anotó tres veces y le invalidaron dos goles, y Gray. Odergaard había abierto el marcador en el descuento del primer tiempo.

As.com
Se medían dos equipos con dinámicas completamente opuestas. El Arsenal no gozó de un buen inicio. Perdieron las tres primeras jornadas, pero por muy floja que estuviese la cuerda por la que andaba Mikel Arteta, no cayó. Logró dar la vuelta a la situación y los londinenses apuntan ahora a Europa. El Everton, por su parte, ganó tres de las cuatro primeras jornadas. No perdieron hasta la quinta. Sin embargo, antes del lunes solo habían sumado dos puntos de 24 posibles. Se complica la situación Rafa Benítez. Especialmente tras la goleada recibida ante el Liverpool, la más amplia en casa en 39 años, hace una semana. Y tras la salida del director deportivo Marcel Brands el domingo por la noche, todavía más.

La afición local había convocado una protesta en el minuto 27: vaciar Goodison Park para recriminar el rumbo que lleva el club desde la llegada de su actual propietario Farhad Moshiri. Esperar la reacción de la parroquia local fue lo más emocionante que ocurrió durante la primera media hora de juego. La mayoría se quedó, y vieron cómo Yerry Mina abandonaba el partido a los 30 minutos. No jugaba desde el 2 de octubre, y su actuación solo duró un tercio del partido. Mason Holgate entró en su lugar. Ben Godfrey pudo haber abandonado el partido un minuto antes, pero su pisotón en la cara de Takehiro Tomiyasu fue interpretado como involuntario por el colegiado.

Richarlison imprimió algo de vida al duelo marcando en el minuto 43. Cabeceó una falta lateral a la red, pero arrancó tan justo que el VAR terminó anulando el tanto por fuera de juego. Su frustración aumentó, y tan solo cuatro minutos después se lió a puñetazos con el césped. Martin Odergaard había abierto el marcador. Lo hizo en el tiempo de descuento enganchando un centro de Kieran Tierney desde la izquierda. Segundo gol del noruego en una semana, tercero de la temporada en la Premier League. Siguieron los males del Everton tras la reanudación, y Richarlison volvió a ser protagonista. Marcó nuevamente, pero volvió a arrancar justo. Aún más que en la acción anterior. Tanto que costó creer el fuera de juego señalado por el VAR. Milimétrico. El delantero, con la cabeza echada para atrás y las manos en la cara, no lo hizo. Se crispó el equipo local, se enfadó todavía más su afición. Todos empujaron, con más rabia que convencimiento o calidad. A diez minutos del final apareció Richarlison, ahora sí, para empatar el partido. Cabeceó adentro un rechace tras el disparo desde la frontal de Demarai Gray.

Cambio radical. De ánimo y de guion. Nuevamente, dinámicas opuestas. Al equipo que se mostraba seguro le entraron las dudas, y el dañado y desquiciado Everton ganó en confianza. Si el tramo inicial había sido aburrido, los últimos minutos fueron dramáticos. Se sucedieron los cambios, las faltas y también las ocasiones. Eddie Nketiah cabeceó, inexplicablemente al poste, pese a estar a un metro de distancia. Empujó el Arsenal, pero los tres puntos se quedaron en casa. En el descuento, Demarai Gray recibió en la banda izquierda y arrancó con destino la frontal del área. En una acción similar a la del gol, cuando disparó al travesaño, el extremo sacó un derechazo que volvió a dar contra la madera. Al palo y adentro. Convirtiendo los abucheos en gritos exaltados, las quejas en felicitaciones. Rafa Benítez y los suyos se quitaron un peso de encima. Hubo fiesta en Goodison Park. ¿El momento de inflexión?

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