Llorente siempre suma

El '14' ha tenido que ejercer como lateral por la ausencia de Trippier y el buen nivel de De Paul. Y, aunque le perjudica, ante el Cádiz dejó una gran asistencia.

Sergio Picos

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Tener a Marcos Llorente apto siempre es motivo de alegría para Simeone. El ‘14’ recayó de su lesión en el Wanda Metropolitano contra el Liverpool, cuando entró en el minuto 80 en busca del empate, y el Cholo se quedó sin su comodín y segundo máximo goleador (13) y máximo asistente (12) de la temporada pasada, que tuvo que ver cinco encuentros consecutivos desde la grada.

Sin el futbolista más valioso de la plantilla según la estimación de Transfermarkt, el Atlético sólo consiguió derrotar al Betis, empatando contra Real Sociedad, Levante y Valencia y cayendo en Anfield, el estadio que vio su gran despegue y donde no pudo recordar aquella gran noche y ese doblete histórico que todavía sigue en la retina de los aficionados del Liverpool. Una baja que se alargó entre parón y parón internacional, pero que ya está completamente olvidada. Llorente regresó a la par de Lemar, otro jugador fundamental en el esquema de Simeone, para entrar en el once del equipo ante Osasuna.

Un encuentro donde Vrsaljko se había ganado la oportunidad sin el lesionado Trippier. Pero, ante Milan y Cádiz, ha sido Llorente el encargado de jugar en esa posición, que, aunque resulta poco natural y le resta brillo, acepta sin rechistar tratando de ayudar al máximo al equipo. Simeone ha recuperado la defensa de cuatro y el ‘14’ es un comodín que puede jugar en cualquier posición del centro del campo, en la delantera y si es necesario, como defensa derecho. Una polivalencia que también ha explotado Luis Enrique en la Selección y que le convierte en una solución de oro para una plantilla tan corta.

La progresión que ha tenido De Paul en el centro del campo permite que la posición ideal de Llorente esté mejor cubierta que la de lateral derecho, donde Trippier ya ultima su recuperación y se entrena con el grupo. Con el inglés a pleno rendimiento habrá que esperar a ver como compagina Simeone todas sus piezas. Pero, por el momento, está siendo Llorente el parche que juega en ese sector defensivo.

En esa zona pierde llegada, desmarques en los metros finales y voracidad en la presión. Y aún así, aporta cosas al equipo. La potencia física de Llorente le permite subir constantemente la banda, medirse cuerpo a cuerpo con jugadores rapidísimos como Theo y llegar a línea de fondo con peligro, donde generó el segundo gol del Atlético contra el Cádiz. Llorente aprovechó un pase magnífico de Lemar al espacio y puso un centro tenso al punto de penalti que remató Griezmann ampliando la ventaja. Con el francés en su costado pudo sentirse más cómodo, un jugador capaz de leer sus desmarques y mandarle los balones al hueco para correr.

No hay ninguna duda de que esa ubicación es un parche momentáneo, que perjudica a un Llorente que fue clave para ganar LaLiga gracias a su despegue ofensivo. Pero el jugador ha vuelto a demostrar que está para lo que necesite su técnico y ante el Mallorca parece que volverá a comenzar ahí. Trippier quiere llegar en plenas condiciones para sumar en Oporto, aunque por el momento no ha recibido el alta médica. Simeone tiene para elegir, ya que, del centro del campo para arriba entre Koke, De Paul, Lemar, Llorente, Carrasco, Griezmann, Suárez, Correa, Cunha y las opciones de Kondogbia o Herrera, tiene una competencia máxima. Llorente quiere volver a ser determinante y ante el Cádiz sumó su primera asistencia de la temporada. Una vez ha conseguido estrenarse, el ‘14’ sólo piensa en volver a ir para arriba.