La sonda Parker de la NASA consigue tocar el Sol por primera vez en la historia

Lanzada al espacio en 2018 para descifrar los misterios del Sol, se convierte en la primera nave que consigue adentrarse en su atmósfera.

Raúl Izquierdo
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Nuevo e importante hito en la historia de la navegación espacial. Por primera vez, una nave ha conseguido 'tocar' el Sol, la gran estrella del Sistema Solar. La 'afortunada' ha sido la sonda Parker de la NASA, lanzada al espacio en 2018. Tres años después ha conseguido llegar a través de la atmósfera superior del Sol, conocida como corona.

Una vez allí ha tomado muestras de las partículas y los campos magnéticos. La Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA) señala este acontecimiento como la culminación del proyecto Parker Solar Probe y un "gran paso para la ciencia solar". Fue durante el octavo acercamiento al Sol, allá por abril de este año 2021.

"Volando tan cerca del Sol, Parker Solar Probe ahora detecta condiciones en la capa dominada magnéticamente de la atmósfera solar -la corona- que nunca antes habíamos podido. Podemos ver la nave espacial volando a través de estructuras coronales que se pueden observar durante un eclipse solar total", afirma en un comunicado de la NASA Nour Raouafi, científico del proyecto en el Laboratorio de Física Aplicada Johns Hopkins.

Un largo camino

La sonda Parker Solar Probe se lanzó al espacio en el año 2018. Su objetivo, explorar los misterios que rodean al Sol, llegando a viajar más cerca que cualquier otra nave espacial hasta ahora. El viaje recorrido data de décadas, cuando se realizó al primera concepción de este ambicioso proyecto que ahora se consigue materializar.

Con él se espera conseguir información vital sobre la estrella más cercana a la Tierra y su influencia en todo el Sistema Solar. Al contrario que en nuestro planeta, el Sol no cuenta con una superficie sólida, pero sí una atmósfera sobrecalentada, formada por un material unido al él por la gravedad y las fuerzas magnéticas. Cuando el calor ya la presión lo empujan lejos del Sol, se llega a un punto en el que la gravedad y los campos magnéticos son muy débiles para contenerlo.

Superficie de Alfvén

Dicho punto se conoce como la superficie crítica de Alfvén y es la que marca el final de la atmósfera solar y el inicio del viento solar. Ahí, el material solar con energía para cruzar este límite se convierte en viento, que arrastra el campo magnético del Sol junto a él mientras corre a través del Sistema Solar hacia la Tierra. Más allá de esta superficie el viento se mueve tan rápido que las olas dentro del viento no pueden nunca viajar lo suficientemente rápido como para regresar.

Hasta ahora no era conocido el punto exacto donde estaba esta superficie. De acuerdo con imágenes remotas se había establecido entre los 10 y 20 radios solares desde la superficie del Sol: entre unos 4,3 y 8,6 millones de millas. Gracias a su trayectoria, la sonda se pudo acercar por debajo de los 20 radios. Y el 28 de abril de 2021, durante el octavo sobrevuelo al Sol, la sonda Parker tuvo las condiciones magnéticas y de partículas necesarias a 18,8 radios solares (unos 8,1 millones de millas; 13 millones de kilómetros) sobre la superficie del Sol.

Con ello consiguieron, por primera vez en la historia, cruzar la superficie crítica del Alfvén y entrar en la atmósfera solar. "Esperábamos plenamente que, tarde o temprano, nos encontraríamos con la corona durante al menos un breve período de tiempo", apunta Justin Kasper, profesor de la Universidad de Michigan. "Estoy emocionada de ver qué encuentra Parker en los próximos años a medida que pase repetidamente por la corona solar", destaca Nicola Fox, directora de la División de Heliofísica de la NASA. En enero de 2022 tendrá lugar un nuevo vuelo de aproximación al Sol.

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