La maldición de los campeones de América que eliminan a Gremio

Flamengo se sumó a una larga historia de equipos que, tras dejar afuera a los de Porto Alegre y ganar la Libertadores, nunca más festejan.

Olé

La Copa Libertadores está llena de historias y, sobre todo, de misticismo. El torneo vigente más antiguo de Sudamérica, y también el más importante, está repleto de anécdotas a lo largo de toda su existencia mucho más vinculados con los cuentos fantásticos que simplemente con el fútbol. Una especie de mitología especializada que se traspasa de generación en generación.

Y así como la competencia, durante los 60, 70 y 80, fue escenario de mil y un historias, ahora también existe una versión algo paranormal, que tiene sus comienzos hace varias décadas pero que, según parece, tiene anclaje en la actualidad. Se trata de una suerte de bloqueo inquebrantable que le pasa a algunos campeones cuando enfrentan a un equipo brasileño.

El Tricolor de Porto Alegre, a pesar de que ahora atraviesa una etapa oscura, es uno de los principales animadores de la Libertadores desde sus inicios. Fue tres veces campeón del torneo, en 1983, 1995 y 2017, además de haber jugada instancias decisivas en un sinfín de ediciones. Pero parece que, cuando le ganan, llena de mala suerte a sus vencedores.

Atención, porque el infortunio no es inmediato. Sino que, como todo trato oscuro, primero tienta a los que caen, como quien acepta un caramelo. Los perjudicados en esta larga tradición maldita, que todavía no se rompió, son ocho equipos: Independiente, Cruzeiro, Vasco Da Gama, Olimpia, Boca, San Lorenzo, River y ahora se sumó el pobre Flamengo, tras la derrota ante Palmeiras en Montevideo.

En 2007, Boca levantó su último trofeo importante. AP.

¿De qué se trata? Todos los equipos mencionados ganaron su última Copa luego de eliminar a Gremio —ya sea en instancias previas o en la misma final—, pero luego nunca más pudieron repetir el título. Ni Independiente y Boca, los dos máximos ganadores con siete y seis, pudieron romper esta racha que para los más supersticiosos empieza a tomar cada vez más fuerza.

CASO A CASO

El primero en experimentar esta situación fue Independiente. El que más veces levantó el trofeo ganó su séptima Copa en 1984, quizás con el equipo más recordado por los fanáticos del Rojo. La final fue justamente ante Gremio, que venía de ser campeón del mundo el año anterior: triunfo en Porto Alegre para el equipo argentino y empate en la vieja Doble Visera. Pasaron casi 38 años.

Con menos años sobre el lomo pero la misma abstinencia vive Cruzeiro. El conjunto de Belo Horizonte fue campeón por última vez en 1997, cuando en cuartos de final dejó en el camino al poderoso Tricolor, después superó a Colo Colo y a Sporting Cristal en la final: luego, nunca más pudo ganar el torneo. Ni siquiera en 2009, cuando cayó en la final ante Estudiantes.

Un año más tarde, Vasco Da Gama seguiría con el ritual. En una Copa en la que eliminó a River en semis y a Cruzeiro en octavos, los de Río de Janeiro también superaron a Gremio en cuartos de final. Eso les permitió ganar su primera Libertadores ante Barcelona de Ecuador, pero no pudieron repetir.

Olimpia tuvo una Libertadores 2002 inmejorable. Eliminó a Cobreloa, y a Boca en octavos y cuartos, y le ganó la final a Sao Caetano de Brasil. Encima, tuvo la dicha de eliminar por penales a los de Porto Alegre como visitante, pero aquel fue el tercer y último título del más ganador de Paraguay. Otro que experimentó la maldición brasileña.

En cuartos de final de 2014, el Ciclón eliminó a Gremio.

Boca, River y San Lorenzo, los otros tres argentinos que también pueden dar fe de que la racha existe. El Xeneize, en 2007, bailó a Gremio en la final con un 5-0 global gracias a Riquelme y su magia, pero después le vino una mala racha de ya 14 años sin Copa, con dos finales perdidas en el medio.

El Ciclón conquistó América por primera vez, tras dejar a Gremio afuera por penales en cuartos de final. Y aunque ningún hincha de Cuervo se anime a cambiar esa historia, después de eso no pudo repetir ya va siete años sin poder siquiera acercarse a una nueva Libertadores.

Gallardo, sin consuelo. AP

River, que le ganó a Boca la final más trascendental de todas en 2018, había eliminado a los brasileños en semis sobre la hora. Un año después, estuvo a segundos de repetir ese hito luego de volver a eliminar al rival de toda la vida, esta vez en semis. Pero cuando tenía el juego dominado ante Flamengo en Lima, Gabigol dio vuelta la historia y lo dejó sin nada.

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El Mengao, que festejó en 2019, ahora experimentó en carne propia el desahucio de no llevarse la Copa a casa. Antes de ganarle a River, el Fla había eliminado a Gremio en semis, con un 5-0 letal en la vuelta. Tras quedar afuera en octavos en la edición de 2020, ahora cayó ante Palmeiras en el estadio Centenario y se sumó este grupo de equipos malditos. ¿Quién será el primero en cortar la racha?

Gabigol volvió a marcar, pero esta vez se quedó sin Copa. Reuter.