Fórmula 1. El deporte que le da a los fanáticos lo que los fanáticos piden
De todos modos esto no es sobre tenis. Es sobre Fórmula 1, la categoría de un deporte que no se detiene en su objetivo de ecualizar las preferencias de sus seguidores para luego darles aquello que buscan. O aquello que quieren y todavía no lo saben. Todo por cortesía de Liberty Media.
La edad promedio del fan de F1 es 32 años. En 2017 era 34 años. Entre todos los encuestados, el 34 por ciento de los participantes es menor de 24 años, mientras que el 63 por ciento lo constituyen los menores de 34 años. Otro dato es el crecimiento de la participación femenina: 18.3 por ciento del total de los encuestados; en 2017 las mujeres fueron el 10 por ciento del total. La Fórmula 1 también atrajo a un 34 por ciento de nuevos fans en los últimos cinco años.
Todos los datos de crecimiento, acercamiento de nuevos seguidores y presencia marcada de un audiencia femenina hay que analizarlos también bajo la influencia de la serie “Drive to Survive” estrenada en Netflix en 2019. Un círculo virtuoso donde la realidad de las competencias fue transformada en un modo de ficción, para luego retornar como atractivo novedoso para el público que no solía ver las carreras y ahora sí lo hace. Ferrari y Mercedes no quisieron tomar parte del show en la primera temporada y revisaron su postura para la segunda al ver el éxito global de la propuesta.
“Netflix nos dijo que 99 de cada 100 veces la segunda temporada de una serie nunca llega a la misma audiencia que la primera, y así sucesivamente. La temporada tres tuvo más audiencia que la primera y la tasa de finalización y la velocidad de esa tasa de finalización también aumentaron”, le dijo Ian Holmes, director de derechos audiovisuales de F1 al New York Times, al describir el suceso de Drive to Survive. Esa descripción indica que la serie cumplió con el parámetro que Netflix construyó con su cambio de paradigma para el consumo de contenidos en plataformas de streaming: el binge watching, expresión en inglés que refiere a darse un atracón de series.
Habrá cuarta temporada de Drive to Survive. El día del estreno de la tercera temporada fue el contenido número uno a nivel global de Netflix y en la Argentina estuvo en el top ten de programas más vistos en la plataforma durante ocho días. El impacto de la serie en Estados Unidos se vincula con números que pueden ser una coincidencia, pero todos saben que responden a una causalidad: las carreras de F1 tenían 547 mil espectadores promedio en ESPN y tras el estreno de la serie saltaron a 928.000.
Otro dato apunta a la masiva presencia de espectadores en el último GP de Austin, que además fue señalado como el primer gran acontecimiento deportivo con público tras la pandemia: 400.000 asistentes durante todo el fin de semana. Consultado sobre si eso correspondía al “efecto Netflix” en el interés de los norteamericanos por la F1, Bobby Epstein, jefe del Circuito de las Américas, fue concluyente: “Netflix le tiró alcohol a un fuego que ya estaba ardiendo”.
De nuevo en las pistas, a la hora de analizar los “atributos de marca” que tiene la Fórmula 1 cómo producto, los fanáticos consultados, en su mayoría, la definieron con estos cinco términos: emocionante, tecnológica, costosa, competitiva y entretenida. Estas valoraciones son superiores en un 50 por ciento con respecto a 2017. Decíamos que esto no es tenis, pero la F1 tiene su propio Grand Slam: Monza, Spa, Silverstone y Mónaco son los cuatro grandes premios que se mantienen vigentes para todos los tipos de fanáticos y considerados “intocables” dentro del calendario.
Un pronóstico orientado hacia el “fan del futuro” ofrece datos alentadores para la F1: el 90 por ciento de la audiencia encuestada prefiere la carrera en vivo y la mira de forma completa y en el segmento entre los 16 y los 34 años, la tasa de retención llega al 88 por ciento. De un modo contraintuitivo a lo que sucede con otros consumos deportivos, apenas el 2.5 por ciento de ese demográfico se inclina por cualquier tipo de highlight. La fortaleza de la Fórmula 1 está en la experiencia en vivo y en tiempo real.
Twitter es la principal red social a la que recurren con el 40 por ciento de los encuestados, mientras que Instagram crece: pasó del 17 por ciento en 2017 al 37 por ciento en 2021.
Max Verstappen fue elegido como el piloto más popular y McLaren como el equipo con mayor cantidad de seguidores. La encuesta también ofrece como conclusión que el fanático de la F1 no es tribal: no se cierra a un solo favoritismo.
El dato negativo del reporte está en que a los fanáticos les gustaría ver más sobrepasos de pilotos en la pista. Como si fuera una pulsión inevitable por satisfacerlos, la maniobra de Verstappen sobre Hamilton, en la última vuelta de la última carrera del año, luce ahora como la respuesta de la Fórmula 1 a sus “clientes” que definitivamente reciben aquello que esperan.