Courtois, el portero que por fin ha hecho olvidar a "una de las grandes estafas del Real Madrid"
"Casillas no es portero del Real Madrid, qué quieres que te diga. No lo es, no lo ha sido nunca. Ha sido el gran fallo que hemos tenido", se le escucha a Florentino en los mencionados audios. "Lo que pasa es que, macho, le adoran, le quieren, hablan con él... Yo qué sé, le defienden tanto… Bueno, es una de las grandes estafas. La segunda es Raúl. Las dos grandes estafas del Real Madrid", añade Pérez, unos comentarios que en cualquier otro club hubieran pasado factura a su presidente, por mucho que fueran antiguas, aunque no sacadas de contexto, y siguiendo su habitual modus operandi, que es otro que tirar la piedra y esconder la mano. Como es sabido, el Real Madrid carece de la figura de director deportivo, una labor de la que se encarga directamente el presidente. "Casillas no tiene ni estatura ni ve bien", llega a decir Florentino, para a continuación contar que "yo le decía a Ginés (Carvajal, su representante): ‘Macho, llévale al oculista’. Yo creo que no ve bien, porque le tiran de lejos, eh… Y los córners, igual". "Ya sé, a vosotros os gusta mucho, pero si me tengo que traer a otro, de la Juventus, me traigo a Buffon", llega a confesar, para de este modo confirmar las noticias sobre el interés que el Real Madrid tuvo en el portero italiano para reemplazar a Casillas. En el verano de 2015, Florentino Pérez intentó el fichaje de David de Gea, para lo cual utilizó como moneda de cambio a Keylor Navas. Fue el famoso episodio del fax con el Manchester United y el guardameta costarricense pasó de estar subido en un avión en Barajas para viajar a Inglaterra a heredar la titularidad de Casillas. De hecho, Keylor fue uno de los artífices de las tres Champions ganadas de forma consecutiva por el Real Madrid.
Una operación redonda
Pero hay más. En el mercado de invierno de 2018 Florentino tuvo atado a Kepa Arrizabalaga, aunque Zidane dinamitó el fichaje del entonces guardameta del Athletic al decir que "ya tenía un portero", si bien su verdadero objetivo era no dejar sin sitio a su hijo Luca. Fue ese mismo verano de 2018, sin Zizou en el banquillo del Bernabéu, cuando Florentino cerró el fichaje de Thibaut Courtois (Bree, 1992) tras pagar 35 millones al Chelsea, precisamente el club por el que acabó fichando Kepa ese mismo verano por nada menos que 80, los que costaba su cláusula de rescisión tras renovar por el conjunto bilbaíno. A principios de esta temporada, con Julen Lopetegui en el banquillo, Keylor siguió siendo titular en los primeros partidos, y cuando dejó de serlo, el guipuzcoano siguió confiándole la titularidad en la Champions. Todo cambió con la destitución del ahora entrenador del Sevilla y la llegada de Solari. Desde entonces, el tico no volvió a tener más minutos que los de la Copa porque, efectivamente, Courtois no llegó para jugar en el Madrid, sino para ser titular. Navas no aguantó mucho y ese mismo invierno pidió a su representante que le buscara una salida y al club que le dejara marcharse con la carta de libertad. Sin embargo, no fue hasta septiembre de 2019 cuando Keylor se marchó para fichar por el Paris Saint-Germain a cambio de 15 millones de euros, cinco más de los que el Real Madrid pagó por él al Levante en 2014. Lo dicho, Courtois había llegado para ser indiscutible. El belga, que ganó el trofeo Zamora de la temporada 2019-20 y rompió así la hegemonía de Oblak, que venía de adjudicárselo cuatro temporadas consecutivas, ha hecho olvidar definitivamente a Casillas. Como la del ciprés de Miguel Delibes, la sombra de Iker era alargada y Florentino por fin ha logrado acabar con ella, curiosamente con un portero con pasado rojiblanco. Especialista en los uno contra uno gracias a su gran envergadura, Courtois gana partidos.
Tal y como viene demostrando, no solo en el reciente partido contra el Athletic de Bilbao, Thibaut es, junto al injustamente ninguneado Karim Benzema, el mejor fichaje que ha hecho Florentino Pérez. Esta temporada, el belga ha parado 42 de los 55 disparos que ha recibido, con un porcentaje de intervenciones exitosas del 72%, superior al de Ter Stegen (61%) en el FC Barcelona y Oblak (56%) en el Atlético de Madrid. Por más que el tópico diga que el portero también juega, el hecho de que un guardameta sea el mejor de su equipo no es un buen mensaje. Pero sabido es que lo importante para el Real Madrid es la cuenta de resultados, y mientras gane...