China y Estados Unidos llegaron a un sorpresivo acuerdo en la cumbre de medio ambiente de Glasgow
Emitieron una declaración conjunta en la que acordaron trabajar juntos para intensificar las acciones en el combate del cambio climático en esta década. El alcance de este acuerdo todavía es difuso, pero sacudió las deliberaciones de la COP26
“Los dos países hemos llegado a un consenso en esta COP26 sobre muchas cuestiones climáticas y estamos de acuerdo en la necesidad de combatir el metano y la deforestación ilegal”, dijo ante un pequeño grupo de periodistas el enviado especial de China para el clima, Xie Zhenhua. “Como las dos principales economías del mundo, tenemos que trabajar activamente para hacer frente al cambio climático”, agregó.
La primera revisión del acuerdo por las organizaciones ambientalistas no arroja ningún dato extraordinario, pero es un gesto que podría indicar un mejor resultado al esperado en el documento final de la cumbre. Fue un acuerdo bilateral, similar a este, entre Estados Unidos y China el que preparó el camino para el histórico Acuerdo de París en 2015. “La gran importancia de esto es geopolítica”, dijo Nick Mabey, del centro de estudios ambientales E3G. “Este compromiso de alto perfil presiona a ambos países para que muevan sus posiciones para que la COP26 sea un éxito”.
Las potencias reafirmaron los objetivos de temperatura del acuerdo de París (un aumento global promedio de menos de 2 grados centígrados) y reconocieron que “hay una brecha entre las políticas actuales para frenar las emisiones y lo que hay que hacer”. Washington y Beijing establecerán un grupo de trabajo para aumentar las medidas contra el calentamiento global en esta década del 2020 que tendrá su primera reunión en la primera mitad del próximo año. Y se comprometieron a impulsar el éxito de la COP26, incluidos los acuerdos sobre la financiación del clima y las normas para crear un mercado mundial del carbono. Sin embargo, China se negó a firmar el compromiso global impulsado por Estados Unidos y la Unión Europea de reducir las emisiones de metano en un 30% para 2030 respecto a los niveles de 2020. Xie dijo que “China desarrollará su propio plan nacional”. Fuentes de la delegación china dijeron off the record a la agencia Bloomberg que su país anunciará los detalles de su plan sobre el metano en la COP27 del próximo año.
En otra conferencia de prensa realizada inmediatamente después de la intervención de Xie, el enviado especial de Estados Unidos para el cambio climático, John Kerry, se mostró “satisfecho” por el acuerdo entre ambos países. “Creemos que los pasos que estamos dando pueden responder a las preguntas sobre el ritmo al que va China y ayudar a este país, a Estados Unidos y a otros a ser capaces de acelerar sus esfuerzos”, dijo el ex secretario de Estado.
Kerry agregó que EE.UU. y China tenían dos opciones: “Podíamos irnos de la COP26 sin un trabajo conjunto y dejar al mundo preguntándose dónde va a estar el futuro, claramente con una brecha. O bien, podíamos salir de aquí trabajando juntos para aumentar la ambición en los recortes y empezar a avanzar por un camino mejor. Esa era realmente la elección que teníamos y este el resultado”. El enviado especial dijo que el presidente Joe Biden y el presidente chino Xi Jinping celebrarán pronto una cumbre virtual y que su equipo está ocupado preparando ese evento. Kerry también contó que habló por primera vez con el enviado chino para el clima, Xie Zhenhua, en febrero, después de que Biden jurara su cargo, y las conversaciones continuaron durante estos meses. Hasta ahora no se conocían estos contactos diplomáticos.
Unas horas antes de este anuncio, la presidencia de la COP26 publicó, como es tradicional, un proyecto de acuerdo para la cumbre, más allá de que se pueda ir modificando en las próximas horas según avancen o no las negociaciones. Incluye un párrafo que dice que el mundo debería aspirar a limitar el calentamiento global a 1,5 grados centígrados y reconoce el papel de los combustibles fósiles en la crisis climática, lo que sería una novedad en la cumbre anual, aunque parezca una perogrullada. Países como Arabia Saudita y otros grandes productores de petróleo siempre se negaron a incluir esa afirmación.
Xie no respondió directamente a una pregunta sobre si China apoyaría el proyecto de acuerdo de la COP26 en su forma completa, aunque antes había especificado que su país se adhería al objetivo del Acuerdo de París de “contener el calentamiento global a 2 grados y preferiblemente a 1,5 grados”. Los funcionarios chinos vienen repitiendo que no apoyarían ningún cambio en los objetivos del Acuerdo de París sobre el aumento de la temperatura. Pero China no firmó una declaración en esta cumbre en la que se compromete a eliminar el uso del carbón antes del fin de esta década. Estados Unidos e India también se negaron a firmar. Estos países son los tres mayores emisores del mundo y los mayores consumidores de carbón.
Cuando se le preguntó a Kerry si China adelantaría su fecha para alcanzar el máximo de emisiones de gases de efecto invernadero, que actualmente es antes de 2030, dijo que los funcionarios estadounidenses creen que China puede haber alcanzado ya su máximo de emisiones y que éstas se han estabilizado. “El presidente Xi ha fijado un plazo para cuando cree que puede llegar a su máximo, y hemos tenido muchas conversaciones sobre el pico”, dijo Kerry. “Lo que queríamos era asegurarnos de que cuando China comenzara ese proceso, que ha aceptado en su plan anunciado, pudiéramos intentar acelerar el recorte de las emisiones y China aceptó que harían los mejores esfuerzos para acelerar el trabajo de reducción gradual”.
Una sorpresa y una novedad. La tensa relación entre Estados Unidos y China dificultó hasta ahora el éxito de anteriores negociaciones mundiales sobre el clima. Las dos naciones limitaron el alcance del Protocolo de Kioto de 1997. China no estaba obligada a adherirse como país en desarrollo y Estados Unidos se negó a firmar si no lo hacía el gobierno de Beijing. Ahora, dieron otra señal desde Glasgow.