Descubren un bosque perdido atrapado en el tiempo

Según una investigación, este ecosistema tiene más de 100.000 años, y pese a necesitar el contacto con un ámbito salado, florece a más de 200 km del mar.

Laura Martin Sanjuan
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Los manglares, formados por árboles, arbustos y palmeras tolerantes a la sal, se encuentran normalmente a lo largo de las costas tropicales y subtropicales. Pero en este caso, en la península del Yucatán, hay un manglar con más de 100 mil años de antigüedad que ha sobrevivido a una distancia de 200 km del mar.

Según una investigación recientemente publicada de la Universidad de California, la Universidad de Juárez y el Oceanográfico de San Diego, este manglar sería como un oasis de la naturaleza. "La investigación revela evidencia biótica de que los niveles del mar influyeron sustancialmente en los paisajes y la distribución de especies en los trópicos durante este período del pleistoceno, con evidencia de que este ecosistema del interior alcanzó su ubicación actual durante el último período interglacial, y ha persistido allí aislado desde que los océanos retrocedieron durante la glaciación de Wisconsin". 

Cómo es el 'bosque perdido'

Este ecosistema se encuentra actualmente confinado a las orillas del río de agua dulce San Pedro Mártir en el interior de las selvas tropicales de México y Guatemala El Petén, a 170 km de la costa oceánica más cercana, pero mostrando la composición vegetal y la fisonomía típica de un ecosistema de laguna costera.

Los manglares rojos pueden vivir y reproducirse en ambientes kársticos no oceánicos si pueden colonizarlos, pero la pregunta sigue siendo cómo estas plantas obligadas dispersas por el océano llegaron tan profundamente tierra adentro.

El estudio evidencia los impactos del cambio climático del pasado en las costas del mundo y muestra que durante el último interglacial gran parte de las tierras bajas costeras del Golfo de México estaban bajo el agua. "Estudiar estas adaptaciones pasadas será muy importante para que podamos comprender mejor las condiciones futuras en un clima cambiante", explica Octavio Aburto-Oropeza, ecólogo marino del Instituto Scripps de Oceanografía en UC San Diego y PEW Marine Fellow.

Ahora están estudiando si la flora cercana puede tener características diferentes y la huella que haya dejado este manglar con unas características tan diferentes. "Planteamos la hipótesis de que si los manglares rojos alcanzaron el río San Pedro por encima de las Cataratas de la Reforma en algún momento del pasado y luego se dispersaron río arriba a lo largo del sistema kárstico de lagos y presas del río, la entrada del mar durante los eventos interglaciares del Pleistoceno pasado debe haber dejado una huella en los genomas de las plantas y en la geología local"

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