COP26: tras la presión internacional, Brasil firmará un acuerdo para la preservación de bosques
El país que alberga un 60% de la Amazonía será parte del “Forest Deal”, uno de los mayores puntos del encuentro que se celebrará en Glasgow del 31 de octubre al 12 de noviembre
“Enviamos un comunicación formal a los promotores de la iniciativa, confirmando nuestra adhesión. Estamos mostrando una vez más la nueva postura brasileña de compromiso con temas de desarrollo sustentable y específicamente sobre el cambio climático”, dijo a la agencia AFP Paulino Franco de Carvalho Neto, secretario de Políticas Multilaterales del ministerio de Relaciones Exteriores.
“Brasil tiene la expectativa de que las mayores economías mundiales también harán su parte, en especial en la reducción de uso de energías fósiles, causa principal del calentamiento climático”, agregó.
El “Forest Deal”, el acuerdo sobre preservación de bosques, es uno de los mayores puntos de la COP26, que se celebrará en Glasgow, Escocia, del 31 de octubre al 12 de noviembre. Este acuerdo busca permitir la fijación de objetivos claros a nivel mundial sobre la reducción de la deforestación y la degradación de suelos de aquí a 2030.
Según un informe del colectivo de oenegés Observatorio del Clima, las emisiones de CO2 de Brasil aumentaron 9,5% interanual en 2020 pese a que la media mundial estuvo a la baja en 7% debido a la pandemia de coronavirus, que redujo el transporte y la producción industrial.
Esta excepción se debió a que “el aumento de la deforestación el año pasado, en especial en la Amazonía, puso a Brasil a contramano del planeta”.
Desde que Bolsonaro asumió el poder en enero de 2019, la Amazonía perdió unos 10.000 km² de bosque al año (casi la superficie de Jamaica), frente a unos 6.500 km² por año en la década anterior.
Sin embargo, Bolsonaro anunció en abril que Brasil se comprometía a erradicar toda deforestación ilegal hasta 2030.
Bolsonaro será representado por su ministro de Medio Ambiente, Joaquim Leite, pese a que estará en Europa para la reunión del G20 en Roma.
Brasil ya había anunciado el lunes que adelantaría en dos o tres años su cronograma para eliminar por completo la deforestación ilegal.
La delegación brasileña a la cumbre climática de Glasgow informará sobre el objetivo de cero tala ilegal para 2027 o 2028, según anunció el vicepresidente Hamilton Mourão a medios extranjeros el lunes. Eso es antes que 2030, el año mencionado por Bolsonaro en la cumbre climática encabezada por la Casa Blanca en abril.
“Una meta más ambiciosa en términos de reducción de la deforestación ilegal en un periodo más corto sería, en mi opinión, extremadamente bien recibida por la comunidad internacional”, indicó Mourão, quien preside el Consejo Nacional de la Amazonía Legal del gobierno brasileño, en una videollamada. “Y aclararía el compromiso del gobierno para trabajar en impedir que el cambio climático afecte la vida en la Tierra”.
La meta de 2030 de antemano representaba un reconocimiento al presidente estadounidense Joe Biden, quien había mencionado el historial medioambiental de Brasil en los actos de campaña del año pasado. Por su parte, Bolsonaro hizo campaña en 2018 con la promesa de liberar los recursos enormes de la Amazonía y minimizó los derechos y deseos de la población indígena de dejar el territorio vasto intacto. Su postura fue considerada por muchos como un aliento a la tala ilegal y a la minería irrestricta que llevó a un aumento en la deforestación y causó el clamor global.
Bolsonaro ha dado marcha atrás a tal retórica beligerante al tiempo que aspira a limpiar la imagen ambientalista de Brasil y proyectar un gobierno responsable. Sus detractores han advertido que su cambio de postura es falso y que los datos que indican una menor deforestación los últimos meses no necesariamente representan una tendencia.