Cuáles son las 8 medidas para prevenir pandemias y reducir la crisis climática, según un trabajo liderado por un experto de Harvard
El pediatra e investigador en salud y cambio climático, Aaron Bernstein, detalló a Infobae las acciones que se deberían realizar hoy. Por qué dice que serán la verdadera prevención más allá de las vacunas
El doctor Bernstein lidera el Grupo de Trabajo Científico para la Prevención de Pandemias desde el Centro para el Clima, la Salud y el Medio Ambiente Global de la Escuela de Salud Pública T.H. Chan, de la Universidad de Harvard. Entrevistado por Infobae, expresó su preocupación por cuál planeta se le está dejando a las futuras generaciones para vivir.
Las medidas de conservación de la naturaleza también servirán para prevenir futuras pandemias, sostienen. El grupo de expertos alertó en el reporte que esas medidas resultan menos costosas si se tienen en cuenta los problemas de crisis climáticas y las pandemias que se podrían generar.
En este momento de la pandemia por el coronavirus, se necesitan insumos para testeos para el diagnóstico, los medicamentos y las vacunas. Pero son insuficientes en muchos países. Para hacer frente a la COVID-19, ya se han gastado más de 6 mil millones de dólares en el mundo, pero -advirtió el doctor Bernstein- esa suma nunca podrá inmunizarnos contra futuras pandemias. Otros patógenos que están la naturaleza podrían saltar a otras especies y afectar a la humanidad.
“Nadie desea sufrir otra pandemia como la de COVID-19. Sin embargo, la probabilidad de que se produzca otra pandemia puede que sea mayor que nunca”, escribió Bernstein con los otros expertos como Marcos Espinal, director del Departamento de Enfermedades Transmisibles y Análisis de Salud de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y Guilherme Werneck, pofesor de epidemiología de la Universidad del Estado de Río de Janeiro en Brasil, entre otros.
“Si actuamos hoy para prevenir la propagación de enfermedades que pueden transmitirse desde los animales a los seres humanos, también podemos ayudar a estabilizar el clima del planeta: es clave que se adopten medidas para una mejor conservación de los bosques”, afirmó en diálogo con Infobae. El año pasado, Bernstein y sus colegas habían estimado que los costos para prevenir la próxima pandemia a través de la reducción de la deforestación y la regulación del comercio de especies silvestres ascienden a tan sólo 22.000 millones de dólares al año, el 2 % del costo económico de la respuesta a la pandemia por el COVID-19.
Hay diferentes situaciones impulsadas por actividades humanas que influyen tanto en la emergencia de nuevas enfermedades como en la crisis climática: las prácticas ganaderas no sustentables; la caza y el comercio de animales salvajes; el cambio de uso del suelo, y en particular la destrucción de los bosques tropicales, la expansión de las tierras agrícolas, especialmente cerca de los asentamientos humanos; y la urbanización rápida y no planificada. La agricultura está asociada a más del 50% de las enfermedades infecciosas zoonóticas que han afectado a los seres humanos desde 1940.
¿Qué medidas se necesitan? Son acciones en el marco del concepto de “Una sola salud” que implica aprovechar inversiones en el fortalecimiento del sistema sanitario que redundan también en la salud animal y humana y en la prevención de los contagios. Un antecedente exitoso es la situación de Borneo, donde una década de trabajo permitió reducir la deforestación en un 70 % y dar acceso a la atención sanitaria a más de 28.400 pacientes, así como reducir sustancialmente enfermedades como el paludismo o malaria, la tuberculosis y las enfermedades comunes de la infancia.
Desde el enfoque “Una sola salud”, según Bernstein y el grupo de expertos señalaron 4 medidas de prioridades de inversión: una medida es conservar los bosques tropicales, especialmente los relativamente intactos, así como los que han sido fragmentados. La segunda medida es mejorar la bioseguridad del ganado y de los animales salvajes de granja, especialmente cuando la cría de animales se realiza cerca de poblaciones humanas grandes o en rápida expansión.
La tercer medida es: establecer una asociación intergubernamental para abordar el riesgo de propagación de los animales salvajes al ganado y a las personas. Esa asociación supone la colaboración mayor entre organizaciones afines como la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la Organización Mundial de la Salud, la OIE, el PNUMA y las redes de monitoreo de la legislación sobre la fauna salvaje. En cuarto lugar, se aconsejó que en los países de ingresos bajos y medios, se aprovechen más las inversiones para reforzar los sistemas sanitarios y el manejo de la conservación.
También el Grupo de Trabajo especificó 4 prioridades de investigación científica. Hay que determinar qué intervenciones, incluidas las centradas en la conservación de los bosques, la caza y el comercio de especies silvestres y la bioseguridad en torno a las explotaciones agrícolas, son más eficaces para prevenir los contagios.
Se necesita también como segunda prioridad de investigación “evaluar las repercusiones económicas, ecológicas, de viabilidad a largo plazo y de bienestar social de las intervenciones destinadas a reducir los contagios”. Incluir en los análisis económicos un análisis coste-beneficio que tenga en cuenta todo el alcance de los beneficios que puede reportar la prevención de los contagios. Además, como cuarta prioridad de investigación, hay que perfeccionar la capacidad para saber dónde es probable que surjan las futuras pandemias, y seguir con el descubrimiento de virus en la fauna silvestre para determinar la amplitud de los patógenos potenciales.
Bernstein y los expertos esperan que las conclusiones del reporte sea consideradas en recomendaciones de política internacional para orientar la cumbre del G20 de octubre y la 26ª Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26) de noviembre.
En 2008, junto con el Eric Chivian, galardonado con el Premio Nobel, el doctor Bernstein fue el coautor del libro de Oxford University Press, Sustaining Life, que recibió la distinción de mejor libro de biología de 2008 por el Library Journal, y que ha sido publicado en varias ediciones en idiomas extranjeros. “Le decimos a los chicos que usen el cinturón de seguridad o que coman alimentos saludables para prevenir enfermedades. Pero si no cuidamos la biodiversidad del planeta y sin un clima estable, los niños no tendrán bienestar. Es nuestra responsabilidad”.
“Las vacunas son críticas hoy porque la pandemia del COVID-19 está desarrollando hoy -dijo Bernstein a Infobae-. Son para la contención de la infección. Pero también tenemos que pensar en la prevención para el futuro. Otros saltos específicos de patógenos podrían ocurrir y dispersarse en el mundo y por eso necesitamos mejorar el cuidado de la naturaleza como trabajar la prevención. Es tiempo de actuar hoy”.