BALONCESTO / Durant, emperador de Saitama
El Team USA se lleva su cuarto oro consecutivo y el fenómeno de Washington, con 29 puntos, se convierte, después de Carmelo, en el segundo jugador que gana tres veces los Juegos.
Aunque era la gran final, el Team USA salió de nuevo perezoso y errático en ataque (11% en acierto en triples en el primer cuarto). Pero, otra vez, Durant cogió el mando. Esta vez ni siquiera esperó, como en los días de España y Australia, a que el rival tomase distancia. El fenómeno de Washington empezó a hacer brecha en el marcador y, por un momento, dio la sensación de que no habría final. Mediado el segundo cuarto, un peligroso 26-39 hacía temer lo peor para Francia. Al rescate salieron, como siempre ante el ogro estadounidense, Fournier y Gobert, que debajo del aro hace daño y saca faltas. Hasta nueve tiros libres rascó en la primera parte el pívot de Utah Jazz. Francia se agarró al partido como pudo antes del descanso (39-44), pendiente de lo que decidiese Durant en la segunda parte... y de si encontraba algún socio.
Después de un inquietante 42-44 en el inicio del tercer cuarto para el Team USA, un parcial de 0-7 sofocó el intento de rebelión de la selección francesa. Fue Durant, de nuevo, el que lo lideró. Con 45-56, Vincent Collet tuvo que parar el partido, porque se le escapaba. Estados Unidos tenía prisa por sentenciar la final. La aparición de Heurtel, además, resultó calamitosa para Francia, que hizo como pudo la goma para irse al final del tercer cuarto con mínimas opciones (63-71), después de un triplazo de Batum. No dejó de ser un ejercicio de supervivencia. A 6:28 del final, todavía estaba en el partido (67-73) y llegó a ponerse a tres puntos con un triple de Ntilikina (70-73).
Lillard, algo desaparecido durante los Juegos, tuvo una aparición brillante junto a Tatum, que ha ido claramente a más en Tokio. La capacidad de resistencia francesa fue admirable y, pese a que dio la sensación de que siempre supo que sería imposible, llegó a los últimos diez segundos a tres puntos. Pero no fue suficiente ante Durant, que cerró la final con dos tiros libres. Al fin, el Team USA pudo liberarse. Para ellos, cualquier gran cita es una encrucijada algo injusta. Ganar es su deber. Perder, un tremendo fiasco. Draymond Green, Kevin Durant y Bam Adebayo se envolvieron en banderas de barras y estrellas sobre la madera del Saitama Arena. Han cumplido su misión. Son los mejores.