BALONCESTO / Durant, emperador de Saitama

El Team USA se lleva su cuarto oro consecutivo y el fenómeno de Washington, con 29 puntos, se convierte, después de Carmelo, en el segundo jugador que gana tres veces los Juegos.

Juan Jiménez
As
El Team USA saldó su cuenta con Saitama por la derrota de 2006; y con Francia, por la eliminación del Mundial y la derrota en el partido inaugural, Y se colgó el oro de los Juegos de Tokio, como no podía ser de otra manera. Son los reyes de baloncesto, y Kevin Durant, un jugador histórico. Con otro tipo de contundencia a aquella que demostró en 2010 en el Mundial de Turquía, cuando apenas tenía 22 años y era un jugador exuberante, ha dominado los Juegos a su manera y se convierte, después de Carmelo Anthony, en el segundo jugador de baloncesto que se cuelga tres oros olímpicos. Durant ha sido el líder sereno que ha aglutinado voluntades este difícil verano para el Team USA. La extensión de Gregg Popovich y Steve kerr. El jugador que espantó los fantasmas de la concentración de Las Vegas y de la derrota del partido inaugural con una exhibición de sentido común aplicada al baloncesto. Estados Unidos ganó la final (82-87) sin grandes sobresaltos ante una Francia brava que no se rindió y que llegó hasta donde pudo, pero a la que faltó un escalón, el que ya había saltado Batum en las semifinales.

Aunque era la gran final, el Team USA salió de nuevo perezoso y errático en ataque (11% en acierto en triples en el primer cuarto). Pero, otra vez, Durant cogió el mando. Esta vez ni siquiera esperó, como en los días de España y Australia, a que el rival tomase distancia. El fenómeno de Washington empezó a hacer brecha en el marcador y, por un momento, dio la sensación de que no habría final. Mediado el segundo cuarto, un peligroso 26-39 hacía temer lo peor para Francia. Al rescate salieron, como siempre ante el ogro estadounidense, Fournier y Gobert, que debajo del aro hace daño y saca faltas. Hasta nueve tiros libres rascó en la primera parte el pívot de Utah Jazz. Francia se agarró al partido como pudo antes del descanso (39-44), pendiente de lo que decidiese Durant en la segunda parte... y de si encontraba algún socio.

Después de un inquietante 42-44 en el inicio del tercer cuarto para el Team USA, un parcial de 0-7 sofocó el intento de rebelión de la selección francesa. Fue Durant, de nuevo, el que lo lideró. Con 45-56, Vincent Collet tuvo que parar el partido, porque se le escapaba. Estados Unidos tenía prisa por sentenciar la final. La aparición de Heurtel, además, resultó calamitosa para Francia, que hizo como pudo la goma para irse al final del tercer cuarto con mínimas opciones (63-71), después de un triplazo de Batum. No dejó de ser un ejercicio de supervivencia. A 6:28 del final, todavía estaba en el partido (67-73) y llegó a ponerse a tres puntos con un triple de Ntilikina (70-73).

Lillard, algo desaparecido durante los Juegos, tuvo una aparición brillante junto a Tatum, que ha ido claramente a más en Tokio. La capacidad de resistencia francesa fue admirable y, pese a que dio la sensación de que siempre supo que sería imposible, llegó a los últimos diez segundos a tres puntos. Pero no fue suficiente ante Durant, que cerró la final con dos tiros libres. Al fin, el Team USA pudo liberarse. Para ellos, cualquier gran cita es una encrucijada algo injusta. Ganar es su deber. Perder, un tremendo fiasco. Draymond Green, Kevin Durant y Bam Adebayo se envolvieron en banderas de barras y estrellas sobre la madera del Saitama Arena. Han cumplido su misión. Son los mejores.

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