De perder el dorsal con Ramos a la rampa de salida del PSG

París, AS 
No está siendo una semana sencilla para Thilo Kehrer. Si días atrás cedía el dorsal que ha portado desde que fichase por el PSG en 2018, el 4, para que Sergio Ramos pudiera seguir ligado a un número que "forma parte de" él "como profesional y como persona", como él mismo indicó en su presentación (gesto que el camero le agradeció en su primer día de entrenamiento), ahora parece que se aproxima su salida del Parque de los Príncipes.

El central, de 24 años, fue fichado del Schalke 04 a golpe de talonario (37 millones de euros), cuando era uno de los defensas más prometedores del continente. Ahora, apenas tres temporadas después, no ha conseguido colmar las altas expectativas creadas. Así, según informa L'Équipe, el de Tübingen está disponible por 20 millones de euros, algo más de la mitad de lo desembolsado en su momento.

Sin embargo, de momento, no hay pretendientes que hayan descolgado el teléfono, como bien añade el prestigioso diario francés. Kehrer no convenció a Tuchel, primero, ni a Pochettino, después, ni en el centro de la retaguardia, su posición habitual, ni como lateral derecho o pivote, demarcaciones alternativas que su polivalencia le permite ocupar. No solo la llegada de Ramos, sino también la de Achraf y Wijnaldum, pues todos son presumibles titulares en posiciones que afectan a nuestro protagonista, le cierran el grifo de los minutos.

Revalorización con el Mundial en el horizonte

En París esperan poder sacar rédito económico a su marcha, ya que, aunque se encuentra en estos momentos en un barbecho de rendimiento, sigue siendo joven y goza incluso de experiencia con su selección, ya que Löw le ha llamado a filas en varias ocasiones y le ha entregado nueve internacionalidades. Con el Mundial de Qatar en el horizonte, convencer a Flick de que tiene hueco en su nueva Alemania seguro que es motivación suficiente para buscar un destino que le permita destacar como lo hacía en Gelsenkirchen.

La operación salida del PSG, además, apremia, ya que deben vender por valor de 180 millones de euros si no quiere que la DNCG, un organismo creado para controlar las finanzas de la liga francesa, llame a su puerta y les dé un toque de atención. El primer paso fue venta de Mitchel Bakker al Bayer Leverkusen por 7 millones de euros, jugador que, a buen seguro, no será el último en hacer la maletas. De los ocho porteros en nómina que tienen los capitalinos, al menos tres deberán salir, añade L'Équipe, todo ello sin tener en cuenta posibles traspasos titánicos (¿Mbappé?). Sea como fuere, Kehrer formará parte de la jungla en la que el mercado convierte al verano futbolístico.

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