Un científico que negaba la teoría de que el coronavirus surgió en un laboratorio ahora pide una investigación exhaustiva
Peter Palese, un microbiólogo que había firmado una carta en The Lancet que descarta esa hipótesis, aseguró que en los últimos meses surgió “mucha información inquietante y quiero ver respuestas a esas preguntas”
De acuerdo con información publicada por el Daily Mail, el doctor Peter Palese, microbiólogo de la Escuela de Medicina Icahn en Mount Sinai en Nueva York, firmó la carta publicada en The Lancet en febrero pasado en la que un grupo de científicos aseguraban que el virus solo podía haber sido de origen natural y que sugerir lo contrario crearía “miedo, rumores, y prejuicio”.
Sin embrago, 16 meses después, Palese, de 77 años, ha tenido un cambio de opinión significativo, admitiendo que todas las teorías sobre surgimiento del COVID-19 necesitan una investigación adecuada.
“Creo que es necesaria una investigación exhaustiva sobre el origen del virus COVID-19. Ha surgido mucha información inquietante desde la carta de The Lancet que firmé, y quiero ver respuestas a esas preguntas”, agregó.
El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, ordenó la semana pasada a las agencias de inteligencia que iniciaran una investigación para determinar si el COVID-19 fue creado por el hombre, después de todo. Pero China respondió de inmediato y calificó la sugerencia de “conspiración”.
“Como parte de ese informe, he solicitado áreas de investigación adicional que puedan ser necesarias, incluidas preguntas específicas para China”, señaló el jefe de estado norteamericano en un reporte de prensa.
“Estados Unidos también seguirá trabajando con socios de ideas afines en todo el mundo para presionar a China para que participe en una investigación internacional completa, transparente y basada en pruebas y para proporcionar acceso a todos los datos y pruebas relevantes”, dijo. La declaración de Biden marcó un cambio de rumbo rotundo. En diversas oportunidades, la administración demócrata había expresado repetidamente su escepticismo por la hipótesis de la fuga de laboratorio. Sin embargo, desde hace semanas esa sospecha comenzó a crecer tras varios reportes científicos.
En su momento, la carta había resultado tan influyente que prácticamente puso fin al debate sobre el origen del COVID-19 durante más de un año. Cualquiera que sugiriera que el virus podría haber sido creado por el hombre fue acallado en medio de acusaciones de xenofobia anti-china.
Robert Redfield, el ex director de los Centros para el Control de Enfermedades, dijo a Vanity Fair que recibió amenazas de muerte después de plantear la teoría de que el virus podría haber sido creado por el hombre.
“Me amenazaron y me condenaron al ostracismo porque propuse otra hipótesis. Lo esperaba de los políticos. No lo esperaba de la ciencia”, relató Redfield.
La teoría de la fuga del laboratorio se reforzó la semana pasada después de que se revelada que tres trabajadores del laboratorio de Wuhan fueron hospitalizados en noviembre de 2019, meses antes de que se descubriera el COVID por primera vez en China.
China, por su parte, asegura que el virus se transmitió a los humanos a partir de un animal huésped, con murciélagos y pangolines nombrados como fuentes potenciales. Muchos científicos están de acuerdo en que es la teoría más probable.
El profesor de microbiología clínica de la Universidad de Cambridge, Ravi Gupta, miembro de Nervtag, dijo que la teoría aún no se ha investigado con “rigor científico”. En conversaciones con el periódico The Telegraph afirmó: “La posibilidad no se exploró adecuadamente debido a la falta de acceso a los registros primarios por parte del grupo de la OMS. La filtración de laboratorio no ha sido científicamente rechazada como causa utilizando [el] rigor científico que uno esperaría”.