Por qué me puedo contagiar COVID-19 si ya me vacuné
Expertos consultados afirman que las vacunas aprobadas no tienen un 100% de efectividad para evitar la enfermedad, pero sí protegen contra los síntomas graves
La vacunación, al igual que el contagio, inmuniza hasta cierto grado a la persona afectada, que, generalmente, no sufrirá síntomas o estos serán leves en futuras reinfecciones. Pero eso no significa que el virus desaparezca. Incluso puede volver a contagiar.
La clave está en la actividad del sistema inmunitario y en la capacidad de proliferación del virus en estas personas. Un sistema inmunitario entrenado elimina el virus antes de que éste pueda causar graves daños en el organismo.
En este momento en el mundo hay al menos 9 vacunas que han demostrado que son altamente eficaces a la hora prevenir la enfermedad que causa el virus SARS-CoV-2. Eso quiere decir que si una persona vacunada se contagia del virus, tendrá menos probabilidades de desarrollar síntomas o enfermarse gravemente. Lo que aún no está claro, sin embargo, es si la vacuna logra evitar el contagio.
Un ejemplo de esto fu lo que ocurrió en Argentina, cuando el presidente Alberto Fernández informó el 2 de abril a través de un mensaje en la red social Twitter que se practicó un test de antígeno para COVID-19 con un resultado positivo, confirmado por otro test PCR al día siguiente. Fernández había recibido las dos dosis de la vacuna Sputnik V, pero igualmente se contagió, aunque no tuvo manifestaciones graves de la enfermedad.
Según datos del Sistema Nacional de Vigilancia en Salud (SNVS) y los datos del Registro Federal de Vacunación Nominalizado (NomiVac), menos del 0,2% de las personas vacunadas con la primera o segunda dosis tuvieron COVID-19, transcurridos por lo menos 14 días de aplicada la primera dosis.
El Ministerio de Salud también reveló cuántos casos de los contagiados terminaron en la muerte del paciente. El informe de la cartera sanitaria afirma que “luego de la primera dosis se han informado 15 personas entre 61 y 94 años como fallecidos, es decir el 0,00005% y que no se han registrado muertos entre aquellos vacunados con dos dosis.
Los datos de los ensayos clínicos mostraron que las vacunas contra el coronavirus Pfizer-BioNTech y Moderna fueron extremadamente efectivas para prevenir enfermedades, pero el doctor Bill Moss, pediatra y profesor de epidemiología de enfermedades infecciosas en la Escuela de Salud Pública Johns Hopkins Bloomberg en Baltimore, señaló que algunos las personas en los ensayos contrajeron el virus.
“Habrá algunas personas que no estarán protegidas, ni siquiera con dos dosis de la vacuna, pero deberían tener una enfermedad más leve”, explicó Moss. “Las vacunas son realmente muy protectoras contra la enfermedad grave, por lo que incluso aquellos que contraen COVID-19 después de dos dosis de la vacuna tienen muchas más probabilidades de tener una enfermedad leve”.
Moss señaló que en este momento, con altas tasas de transmisión y miles de casos de COVID-19 diagnosticados diariamente, la cantidad de virus que circula en el mundo alta, especialmente porque es bastante temprano en el proceso de vacunación. “Una vez que la transmisión comunitaria comience a disminuir, veremos menos casos en general y, como resultado, menos brotes”, sostuvo.
Un reciente estudio científico desarrollado en geriátricos de Chicago, EEUU, demostró que un 4,2%, entre trabajadores y pacientes, se contagiaron por SARS-CoV-2 en un periodo de cuatro meses (diciembre 2020-marzo 2021). De las personas infectadas, la mayoría no habían sido vacunadas. Pero un 6% de las infecciones se habían dado en personas totalmente vacunadas y un 23% en las que habían recibido una sola dosis. Por otro lado, las reinfecciones de personas que han pasado la enfermedad son inusuales pero ocurren. En otro estudio realizado en Reino Unido con trabajadores sanitarios que habían sufrido COVID-19, un 0,6% sufrieron reinfección. Eso sí, con síntomas leves.
“Puede ocurrir después de la primera dosis o después de la segunda”. De esta manera, se vuelve fundamental el cuidado post vacuna con distancia social y mascarilla”, analizó el médico infectólogo Roberto Debbag.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos cuentan con un equipo que estudia los casos de infección posvacunación, dijo Kristen Nordlund, una vocera de la agencia. Por otro lado, se espera que en los próximos meses Pfizer y Moderna den a conocer datos sobre con qué frecuencia las personas vacunadas se infectan.
En diálogo con Infobae, Eduardo López, el prestigioso infectólogo y uno de los principales asesores del Presidente en la lucha contra el coronavirus en la Argentina, aseguró: “Todo va a depender de la cantidad de dosis de una vacuna que se haya dado una persona, del tipo específico de vacuna y de la cantidad de días que hayan pasado desde la aplicación. Si te das la vacuna hoy, los primeros 14 días te podés contagiar porque todavía no tenés anticuerpos. La eficacia de la Sputnik V, por ejemplo, empieza después de los diez días. En los estudios, la vacuna de AstraZeneca después de la primera dosis, en las primeras cuatro semanas demostró no tener más del 50% de eficacia. Incluso luego de la segunda dosis, no supera el 70%”.
Las vacunas pueden provocar dos tipos principales de inmunidad. Por un lado, la “inmunidad efectiva”, que puede evitar que un patógeno cause una enfermedad grave, pero no puede evitar que ingrese al cuerpo o haga más copias de sí mismo. Y por el otro, la “inmunidad esterilizante”, que sí puede impedir la infección e incluso prevenir casos asintomáticos. Lo ideal es que una vacuna logre producir inmunidad esterilizante.
¿Cuál de estos dos tipos de inmunidad proporcionan las vacunas contra el COVID-19?
Los especialistas advierten que todavía no podemos saberlo. Hasta el momento, la eficacia de las vacunas se ha medido por su capacidad de prevenir el desarrollo de síntomas, pero aún no hay datos suficientes para saber si también son capaces de evitar la infección.
“La vacuna protege contra las formas graves de la enfermedad. No evita al 100% el contagio. Por eso decimos que la vacuna es un elemento más de la protección contra el virus y debemos seguir cuidándonos”, manifestó consultado por este medio el infectólogo Lautaro de Vedia, ex presidente de la Sociedad Argentina de Infectología.
Para Moss, una vez que la población se haya vacunado por completo, lo que significa que ha recibido ambas dosis de la vacuna y esperado dos semanas después de la segunda dosis, debe tomar las mismas precauciones, como el uso de barbijo y distanciamiento social en público. “No hay nada diferente que la gente debería estar haciendo ahora que nos empezamos a vacunar”, dijo el especialista.
“Las vacunas importan más cuando una parte importante de la población las recibe”, subrayó Andrew Heinrich, profesor de la Escuela de Salud Pública de Yale en New Haven, Connecticut. “Es una escala un poco logarítmica y (a medida que más personas se vacunan) los beneficios comienzan a aumentar enormemente. Lo mejor que podemos hacer para que las vacunas sean efectivas es vacunar a la mayor cantidad de personas a medida que sean elegibles”, concluyó el experto.