Por qué Jeff Bezos quiere duplicar el salario mínimo en EEUU: cuál es la estrategia detrás de su insistente idea
Presión a su principal competidor y desaliento a la sindicalización en sus propias plantas. Qué dice un reciente paper académico
El paper, de Ellora Derenoncourt, de la Universidad de Berkely, y Clemens Noelke y David Weil, de Brandeis, sobre el “derrame” de los aumentos que voluntariamente (esto es, sin estar obligados por ley) conceden los empleadores, señala que las bajas tasas de sindicalización, la caída en valores reales del salario mínimo horario y la falta de competencia caracterizan el mercado del trabajo y contribuyen al aumento de la desigualdad en los EEUU.
Según midieron los autores, munidos de una gran base estadística, el aumento del salario mínimo en empresas como Amazon, Walmart, Target y Costco (todas grandes cadenas) “derrama” alrededor. En el caso de Amazon, que en octubre de 2018 instituyó un salario mínimo de USD 15 la hora (el mínimo legal es de USD 7,25 desde 2009), los investigadores estimaron que cada 10% que la empresa de Jeff Bezos aumenta el salario de sus empleados lleva a una suba promedio del 2,8% del de los empleados de otras empresas en la misma zona.
De hecho, Bezos, que alterna con Elon Musk la condición de persona más rica del mundo, lleva adelante una fuerte campaña publicitaria a favor de que el salario mínimo legal sea elevado a USD 15 dólares la hora. Los trabajadores norteamericanos “simplemente no pueden esperar más” esa mejora, señaló en un mensaje reciente.
Política y negocios
La campaña juega a favor de los demócratas, que quieren sancionar una ley que lleve gradualmente el salario mínimo hasta llegar a USD 15 la hora en 2025. El paper de los académicos de Berkeley y Brandeis sustenta esa posición (y la de Amazon), pues sostiene que hay muy poca evidencia de que la suba del mínimo lleve a pérdidas de empleo, como argumentan algunos legisladores republicanos y los textos más ortodoxos de economía. En sentido contrario, un informe de la Oficina de Presupuesto del Congreso encontró que el aumento del salario mínimo sí tiene efectos negativos sobre el empleo, pero muy inferiores a lo que muchos economistas sostenían.
La campaña de Amazon juega a favor de los demócratas, que quieren sancionar una ley que lleve gradualmente el salario mínimo hasta llegar a USD 15 la hora en 2025.
Un artículo de The New York Times cita el caso de Mooyah Burgers, Fries and Shakes, una cadena de comida rápida relativamente pequeña, con 87 locales en 21 estados, donde el “efecto Amazon” es muy claro: los empleados les dicen directamente a sus empleadores que la empresa de Bezos está tomando gente a un salario significativamente mayor y “le meten presión a las empresas más pequeñas”, dijo Tony Darden, presidente de la cadena, para quien muchos locales de las cadenas más pequeñas terminan dándole un aumento a sus empleados, pero dándoles menos horas de trabajo y tomando menos gente, aunque el estudio de Berkeley-Brandeis dice que ese efecto no se refleja en los datos de empleo o es en todo caso muy pequeño.
Es para vos, Walmart
La campaña de Amazon se explica en buena medida por la fuerte competencia que tiene con Walmart, la más grande cadena de tiendas y supermercados y el mayor empleador privado de EEUU, con casi un millón y medio de empleados. El 18 de febrero pasado, Walmart aumentó el salario mínimo que paga a sus empleados a USD 11 la hora, lo que significó un aumento para 425.000 de sus empleados y llevó el salario promedio de la empresa a USD 15 la hora, es decir igual al mínimo que paga Amazon. Target, otra gran cadena de ventas minoristas, debió adaptarse al liderazgo de Amazon y también paga un salario mínimo de USD 15 la hora.
El CEO de Walmart, Doug McMillon, dijo que apoya un aumento del salario mínimo, pero no el plan demócrata de llevarlo a USD 15 la hora. Presionando sobre la cuestión salarial, Amazon pega en un punto débil de Walmart, su principal competidor dentro de EEUU, el mercado más grande del mundo.
Online y automatizado
Walmart tampoco se queda quieto. A fines de enero profundizó su movida online para competir a cara de perro con Amazon. Tom Ward, jefe de servicio al cliente, anunció el plan de aumentar el número de “centros de satisfacción” (imperfecta traducción de “fulfillment centers”, donde se completan físicamente los pedidos de los clientes), en directo desafío a la estrategia de Amazon. Busca así acortar los tiempos de “la última milla” de distribución física de los bienes que los clientes ordenan por el canal online, por el que ya en el tercer trimestre del año pasado Walmart vio aumentar sus ventas un 79%.
Además, para reforzar el desafío a Amazon, Walmart anunció también el uso de Alphabots, unos robots que desarrolló en sociedad una firma de robótica para la manipulación de alimentos, otra especializada en automación y una tercera especializada en “satisfacción” de micro-pedidos, todos aspectos clave de la competitividad de Amazon.
El otro motivo por el que Amazon hace campaña por el aumento del salario mínimo es para mejorar sus credenciales de empresa socialmente consciente y para desalentar lo más que puede la sindicalización de sus empleados, incluso al punto que recientemente el propio presidente de EEUU, Joseph Biden, alertó que no interfiera en el intento de sindicalización de sus empleados en una planta de Alabama.
Recientemente, Ian Bremmer, presidente de Eurasia Group, una de las más grandes consultoras de geopolítica y columnista de la revista Time, señaló la disparidad entre la evolución de las fortunas de Jeff Bezos, el dueño de Amazon, y Mark Zuckerberg, el fundador de Facebook, y la del salario mínimo horario en EEUU. Mientras entre 2009 y 2020 la fortuna personal de Bezos aumentó de USD 6.800 millones a 184.000 millones y la de Zuckerberg pasó de USD 2.000 millones a 103.000 millones, precisó, el salario mínimo se mantuvo en USD 7,25 la hora.