Estados Unidos condenó el ataque de los rebeldes hutíes contra instalaciones petroleras de Arabia Saudita
“Estas no son las acciones de un grupo que se toma en serio la paz”, fustigó Ned Price, portavoz del Departamento de Estado norteamericano, quien calificó de “atroz” los bombardeos llevados a cabo por el grupo apoyado por el régimen de Irán
“Condenamos el atroz ataque con drones y misiles de los hutíes contra las instalaciones de Saudi Aramco”, manifestó a la prensa el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price. “La frecuencia de los ataques hutíes contra Arabia Saudita -ataques como estos- no son las acciones de un grupo que se toma en serio la paz”, agregó.
“Los hutíes, en nuestra opinión y en la de nuestros aliados y socios, tienen que demostrar su voluntad de participar en un proceso político. Tienen que, sencillamente, dejar de atacar y empezar a negociar”, advirtió Price.
Los rebeldes hutíes, apoyados por el régimen de Irán en el marco de la guerra en Yemen, reivindicaron el domingo un ataque contra instalaciones del gigante petrolero saudita, así como otro ataque contra un complejo residencial de trabajadores petroleros.
Arabia Saudita también interceptó una ráfaga de aviones no tripulados y respondió con el bombardeo de la capital, Saná, controlada por los rebeldes.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha dado prioridad a poner fin a este conflicto de seis años, que ha alimentado lo que las Naciones Unidas denominan la situación humanitaria más grave del mundo, nombrando a un enviado, Tim Lenderking, para que intente negociar la paz.
La administración también ha retirado a los hutíes de la lista de grupos terroristas designados, en respuesta a las quejas de los grupos que consideran que las medidas estadounidenses ponen en peligro sus operaciones.
Arabia Saudita confirmó este domingo que dos importantes instalaciones petroleras del país, incluido un terreno propiedad de la compañía estatal Aramco, fueron atacadas sin que se registraran víctimas o daños materiales, informó la agencia oficial saudí SPA.
Un portavoz del Ministerio de Energía saudí citado por SPA dijo que uno de los parques de tanques de petróleo en el puerto oriental de Ras Tanura, uno de los puertos de transporte de crudo más grandes del mundo, fue atacado la mañana del domingo por un drone “procedente del mar”, sin especificar la localización.
Indicó que horas después hubo “otro intento deliberado de atacar las instalaciones de Aramco” cuando “la metralla de un misil balístico” cayó cerca de una zona residencial perteneciente a la compañía petrolera en la ciudad de Dhahran.
Según la fuente, en esa zona residencial viven “miles de empleados de la empresa y sus familias de diferentes nacionalidades”.
Ambos ataques, sin embargo, “no resultaron en ninguna lesión o pérdida de vidas o de propiedad”, informó el portavoz de Energía.
Asimismo, condenó los “repetidos actos de sabotaje y hostilidad”, que “no solo tienen como objetivo el reino de Arabia Saudita, sino también la seguridad y estabilidad del suministro de energía al mundo y, por tanto, a la economía global”.
Este incidente se produce después de que los rebeldes hutíes del Yemen anunciaran el domingo que han lanzado a lo largo del día un total de 22 ataques contra diferentes puntos de Arabia Saudita, en los que se utilizaron 14 drones y ocho misiles balísticos, y aseguraron que lograron atacar instalaciones de Aramco.
Por su parte, la coalición militar liderada por Riad, que interviene en el Yemen desde 2015, anunció que interceptó un total de 12 drones bomba que iban dirigidos contra su territorio y otros misiles balísticos que apuntaban contra la región de Yazan.
El pasado 4 de marzo, los hutíes aseguraron haber alcanzado con un misil objetivos de la petrolera estatal saudí Aramco en la ciudad occidental de Yeda, situada en la costa del Mar Rojo, una zona que es blanco habitual del movimiento rebelde yemení.
En noviembre pasado alcanzaron un tanque de crudo en una estación de distribución sin ocasionar daños de importancia y en septiembre de 2019, otro ataque reivindicado por el grupo yemení causó la suspensión del 50 % de Aramco, la mayor petrolera del mundo, aunque Riad atribuyó la agresión al régimen de Irán.