Detectan un huracán espacial por primera vez
Un estudio revela que flotó durante ocho horas sobre el Polo Norte y giraba en dirección contraria a las agujas del reloj. Se pensaba que no existían.
Por primera vez un equipo de científicos ha detectado uno de ellos girando sobre el Polo Norte, según el estudio publicado en la revista británica Nature Communications. Se trataba en concreto de una masa de plasma arremolinada de unas 600 millas de ancho, y a cientos de millas de altura sobre el Polo Norte. Su forma visual es, en realidad, muy parecida a la que estamos acostumbrados a ver en la Tierra.
El hallazgo sugiere que en vez de agua lo que había en esta tormenta eran electrones, que el huracán giraba, dentro de la ionosfera de la Tierra, en la dirección contraria a las agujas del reloj, y que pudo mantenerse flotando unas ocho horas. Es decir, en el mismo sentido que los huracanes en el hemisferio norte, con múltiples brazos en forma de espiral y poco a poco el fenómeno fue descomponiéndose.
Qué se sabía hasta el momento y qué importancia tiene
“Probar esto con una observación tan sorprendente es increíble”, ha afirmado Mike Lockwood, coautor del estudio y científico espacial de la Universidad de Reading en el Reino Unido, a través de un comunicado. Y es que hasta el momento se pensaba que no existían.
En agosto de 2014 ya se realizaron unas
observaciones mediante unos análisis retrospectivos, guiados por
científicos de la Universidad de Shandong en China, algo
insuficiente. Y además, pese a lo ya averiguado, se sostiene que aún se
necesitan más estudios, ya que esta actividad geomagnética puede alterar
los satélites GPS.
El huracán se ha detectado durante un periodo de baja actividad geomagnética, lo que podría significar que sean más comunes de lo que se piensa y que pueda haber más. “Esto resalta la importancia de un mejor monitoreo del clima espacial, que puede interrumpir los sistemas GPS”, ha declarado en el comunicado la Universidad de Reading.
Un posible “fenómeno generalizado” en más atmósferas
“Los campos magnéticos y de plasma en la atmósfera de los planetas existen en todo el universo, por lo que los hallazgos sugieren que los huracanes espaciales deberían ser un fenómeno generalizado”, explica Lockwood.
Realmente, los huracanes que se forman en la atmósfera inferior de la Tierra lo hacen sobre cuerpos de agua cálidos (océanos o golfos), y cuando el aire cálido y húmedo se eleva, se crea un área de baja presión cerca de la superficie que succiona el aire y es lo que provoca rachas de viento muy fuertes.
“Las tormentas tropicales están asociadas con enormes cantidades de energía, y estos huracanes espaciales deben ser creados por una transferencia inusualmente grande y rápida de energía eólica solar y partículas cargadas a la atmósfera superior de la Tierra”, prosigue Lockwood sobre el origen de los huracanes espaciales.
Por ello, los huracanes que hay en la Tierra también tienen lugar en atmósferas de otros planetas como Marte, Saturno o Júpiter, e incluso se han detectado tornados solares en la atmósfera del Sol, explica la Universidad de Reading. Esto era solo una pista no confirmada, que finalmente se ha traducido en el hallazgo de huracanes también fuera de las atmósferas inferiores de los planetas, en las atmósferas superiores.