Por qué es clave que se avance hacia la Sputnik Light, la vacuna rusa contra el COVID-19 de una sola dosis
El Fondo de Inversión Directa de Rusia inició los trámites para registrar el desarrollo de la Sputnik Light, su vacuna de única dosis contra el coronavirus, dirigida al mercado exterior. Agilidad en los planes de vacunación, logística de colocación y distribución territorial, las ventajas, según los expertos
“Hace un tiempo, la actual ministra de Salud, Carla Vizzotti, tras un viaje a Rusia, dijo que existía la posibilidad de vacunar con una sola dosis y fue tal el rechazo que terminó dando marcha atrás”, recuerda el médico infectólogo, epidemiólogo y magíster en Salud Pública Hugo Pizzi. “Pero, cuando uno comienza a probar que, con una sola dosis, el resultado de algunas vacunas supera ampliamente a la expectativa, se empieza a evaluar la posibilidad de usar una sola”, agrega. La eficacia de Sputnik V es del 91,6%, tal y como confirman los datos publicados en la revista especializada The Lancet, es uno de los tres únicos preparados en el mundo con una eficacia superior al 90%; la vacuna proporciona una protección completa frente a casos graves de coronavirus.
“En la historia de la medicina nunca hubo vacunas que con dos dosis superaran al 90% de eficacia; si con una dosis llegás al 80%, el objetivo está logrado”, añade Pizzi, quien considera que el desarrollo de la Sputnik Light es un paso positivo y una estrategia coherente.
Carlos Kambourian, médico pediatra y expresidente del Hospital Garrahan, consultado por este medio, indica: “Es una vacuna que se está desarrollando ya desde hace un tiempo y presenta algunas ventajas y desventajas; sobre este último punto, reduce su efectividad, pero es una reducción que no afecta la real efectividad del control de la pandemia”.
Entre las ventajas, enumera que, al desarrollar una sola dosis, se puede lograr vacunar a más personas en menos cantidad de tiempo. “Este es un complemento más, es una estrategia de emergencia para controlar brotes importantes, que es lo que podemos tener en la Argentina en marzo, abril y mayo”, agrega Kambourian.
La logística de colocación, la distribución territorial y costos más económicos son algunos de los factores que pueden hacer de la Sputnik Light, que hoy se encuentra en fase 3, una alternativa.
“Vemos que empiezan a aparecer vacunas unidosis, como la de Johnson & Johnson, que acaba de ser aprobada por la FDA en los Estados Unidos”, dice Pizzi, quien sostiene que “los rusos se han convertido en los hacedores de la vacuna líder; no es raro pensar que se pueda hacer una vacuna de una dosis más reforzada”.
A principios de enero, Rusia había informado que inició estudios clínicos para desarrollar la Sputnik Light de una sola dosis. En ese momento, el director del Centro Gamaleya, Alexandr Gintsburg, había explicado que la seguridad de esta vacuna estaba “demostrada”, pero su eficacia para su uso entre los mayores aún debía ser estudiada.
Existen dos estrategias en los planes de vacunación que llevan adelante los diversos países: una, que es la de comenzar por inocular a quienes se enferman y peor atraviesan la enfermedad; y otra por vacunar a los que más contagian. “Esta vacuna apunta a quienes más diseminan la enfermedad, es decir, a las personas jóvenes, mayores de 18 años, pero menos de 60”, explica Kambourian.
Las investigaciones que se están llevando adelante con la Sputnik Light apuntan a verificar si la replicación de la vacunación permite obtener un nivel de anticuerpos suficiente para garantizar la protección de las personas. De confirmarse esta hipótesis, se podrá utilizar la Sptunik Light a la par con Sputnik V para revacunar a los vacunados, o aplicar Sputnik Light a las personas que, tras haber sufrido coronavirus, desarrollaron insuficiente cantidad de anticuerpos o si el nivel de estos decrece.
La vacuna Sputnik V está aprobada para su uso en más de 30 países, lo que la convierte en uno de los tres principales inoculantes contra el coronavirus del mundo en términos de la cantidad de aprobaciones emitidas por las autoridades reguladoras.
Algunos de los mercados, además del ruso, que ya autorizaron la vacuna son Argentina, Bolivia, Serbia, México, Argelia, Palestina, Líbano, Venezuela, Paraguay, Turkmenistán, Hungría, Emiratos Árabes Unidos, Irán, República de Guinea, Túnez, Armenia, Nicaragua, Myanmar, Pakistán, Mongolia, Bahrein, Montenegro, Kazajistán, Uzbekistán, Gabón, San Marino y Ghana.
Recientemente, el Ministerio de Salud de Rusia rebajó el precio de venta interno para la vacuna Sputnik V. El precio anterior era de 1942 rublos (unos 25 dólares) y ahora pasó a 866,81 rublos (unos 11,50 dólares) por los dos componentes. De acuerdo a las autoridades, fue posible gracias a la optimización de la tecnología de producción industrial, así como al crecimiento de sus volúmenes.