Israel comenzó a vacunar contra el coronavirus a solicitantes de asilo y migrantes indocumentados
La iniciativa forma parte de una campaña conjunta entre la municipalidad de Tel Aviv y el hospital Ichilov, que garantizaron a quienes estén interesados en acudir al centro de inoculación que no habrá representantes de la Autoridad de Inmigración presentes
La iniciativa forma parte de una campaña conjunta entre la municipalidad de Tel Aviv y el hospital Ichilov de esa ciudad, que garantizaron a quienes estén interesados en acudir al centro que no habrá representantes de la Autoridad de Inmigración presentes.
El recinto, inaugurado este martes, operará seis días a la semana y podrá administrar más de 600 dosis diarias.
Los inmigrantes y solicitantes de asilo deberán presentar algún tipo de identificación, sea un visado o un pasaporte, aunque hayan expirado, y pertenecer a los grupos autorizados para recibir la vacuna, que actualmente comprenden a todos los mayores de 16 años y mujeres embarazadas.
La municipalidad ha publicado carteles y anuncios en inglés, árabe, tigriña y ruso invitando a la población a acudir al nuevo centro, ubicado en la parte sur de Tel Aviv, donde reside buena parte de los solicitantes de asilo y trabajadores migrantes radicados en el país.
Según cifras de la Autoridad de Inmigración, actualmente en Israel viven poco más de 30.000 solicitantes de asilo, en su mayoría provenientes de Eritrea y Sudán, mientras que la cifra de trabajadores extranjeros se ubica en torno a 180.000, de los cuales se estima que cerca de 80.000 serían indocumentados, en su mayoría de países de la ex Unión Soviética.
Hasta el momento, más de tres millones y medio de personas han recibido la primera dosis de la vacuna contra el coronavirus en Israel y más de dos millones fueron inoculados también con la segunda.
Las autoridades israelíes confían en que la inmunización comience a reflejarse en la disminución de contagios en las próximas semanas, aunque alertan de que las nuevas cepas han acelerado las infecciones.
Durante la última semana, Israel, de nueve millones de habitantes, ha experimentado una ralentización de su campaña de vacunación, la más rápida del mundo en porcentaje de población, que se habría estancado a causa de la falta de voluntad de inocularse entre algunos sectores, principalmente el de los jóvenes.
El pasado domingo, el país comenzó a levantar las restricciones de movimiento de sus ciudadanos, quienes ahora pueden alejarse a más de un kilómetros de su domicilio.
Además, se permitió la reapertura de centros de trabajo sin público y algunos comercios con un solo cliente.
De esta forma, comienza a aliviarse el cierre nacional de más de un mes, que será progresivo y lento. El Gabinete israelí debate también la posible reactivación de la educación prescolar.
Mientras que el aeropuerto internacional de Ben Gurión continuará prácticamente cerrado, pero el Gobierno aprobó el retorno de los israelíes varados en el extranjero desde antes del 25 de enero, cuando se limitaron los vuelos a casos humanitarios y de urgencia.