El ex primer ministro italiano Matteo Renzi en el ojo de la tormenta por recibir pagos de Arabia Saudita
Crecen las acusaciones de conflicto de interés contra el senador, quien recibe 80 mil dólares anuales por una fundación del reino y elogia al príncipe heredero Mohammed Bin Salman, señalado por la inteligencia estadounidense por la muerte del periodista Jamal Khashoggi
El escándalo estalló hace un mes, en medio de la crisis política que el propio Renzi provocó y concluyó con el reemplazo de Giuseppe Conte por Mario Draghi. La noche del 25 al 26 de enero, después que Conte anunciara su dimisión, el senador y ex primer ministro italiano, líder del pequeño partido centrista Italia Viva, voló a Riad en un viaje relámpago para participar en una conferencia organizada por el Instituto FII (Future Investment Initiative), una fundación creada por el reino saudita para mejorar su imagen dañada tras el brutal asesinato de Khashoggi. Además de los viajes, este instituto le paga a Renzi una tarifa anual de 80.000 dólares por formar parte de su comité consultivo.
Renzi, quien tras ser primer ministro se volvió un rico conferenciante con ingresos anuales superiores al millón de euros, participó en este evento junto a algunos ex políticos como los británicos David Cameron y François Fillon. Sin embargo, el líder de Italia Viva fue el único político en actividad y uno de los más entusiastas en celebrar las virtudes del reino wahabita: en un video que se volvió viral, elogió a su “amigo” Bin Salman llamándolo “el gran príncipe heredero” y hasta llegó a decir que Arabia Saudita “podría ser el lugar de un nuevo Renacimiento”, en una comparación con Florencia, ciudad de la que Renzi fue alcalde entre 2009 y 2014. Renzi también se dijo celoso de los bajos “costes laborales” de Arabia Saudita, algo que según Amnistía Internacional es la primera causa de violación de derechos humanos en el país.
En medio de las polémicas y críticas, Renzi prometió que aclararía sus vínculos con el reino saudita en una conferencia de prensa una vez que hubiera concluido la crisis política en Italia. La presión aumentó tras la desclasificación del informe de la inteligencia estadounidense sobre la muerte de Khashoggi que confirmó la responsabilidad de Bin Salman en el crimen.
Finalmente, Renzi respondió a los cuestionamientos este sábado en una insólita auto-entrevista publicada en su sitio web en la que aseguró que los pagos recibidos por Riad fueron legales y declarados al fisco, defendió las reformas de Bin Salman y afirmó que Arabia Saudita es “un baluarte contra el extremismo”, pese a que el reino es considerado uno de los principales financiadores del yihadismo islámico. Además, calificó a las revelaciones de la inteligencia estadounidense sobre la muerte de Khashoggi, asesinado y desmembrado en el consulado saudita en Turquía, como una “dura polémica”.
Las justificaciones de Renzi no convencieron a varios observadores y parlamentarios, que cuestionaron el conflicto de interés que existiría para un influyente senador, miembro de la comisión de Defensa del Senado italiano, al ser financiado por un país extranjero. Algunos instaron a Renzi a renunciar de su cargo en la fundación saudita o, en alternativa, dejar su escaño en el Parlamento italiano.
Que Renzi “aclare no sólo es conveniente, sino es una cuestión de interés nacional”, dijo el ex ministro Beppe Provenzano.
“Sería mejor promulgar una regla que prohíba a un representante en el cargo recibir dinero directa o indirectamente de un gobierno extranjero”, dijo Carlo Calenda, un ex ministro en el gobierno de Renzi.
Algunos medios recordaron el caso del ex canciller alemán Gerhard Schoröder, alejado del partido socialdemócrata cuando comenzó su relación profesional con el gigante del gas ruso Gazprom.
El escándalo también se extendió a las redes sociales, donde los pedidos de renuncia se volvieron tendencia bajo el hashtag #RenziDimettiti (Renzi Renuncia) y #ArabiaViva, en alusión al partido Italia Viva.