Pocas dosis y centros de vacunación vacíos: el deficiente despliegue de la vacuna en Alemania
La canciller Angela Merkel ha advertido que el país se enfrenta a la fase “más dura” de la pandemia, pero la campaña de inmunización contra el covid-19 avanza con notorios inconvenientes en varias regiones
El escaso suministro de vacunas, los engorrosos trámites burocráticos, la falta de personal sanitario y una población envejecida y con restricciones a la movilidad están obstaculizando los esfuerzos por conseguir las primeras dosis de una vacuna fabricada por la empresa estadounidense Pfizer y su socio alemán BioNTech en los brazos de la población.
Alemania ha instalado cientos de centros de vacunación en pabellones deportivos y salas de conciertos y tiene la infraestructura para administrar hasta 300.000 vacunas al día, dijo el ministro de Salud Jens Spahn.
Sin embargo, la mayoría están vacíos, y la mayoría de los estados no planean abrir centros hasta mediados de enero, ya que dan prioridad al envío de equipos móviles a las residencias de ancianos.
Un día con un equipo de vacunación en la pequeña ciudad de Dillenburg, a 100 kilómetros al norte de la capital financiera de Alemania, Frankfurt, muestra lo laboriosa que es la tarea.
El equipo comienza cargando una nevera que contiene 84 dosis de la vacuna Pfizer descongeladas durante la noche en una ambulancia que los espera, y se dirige a la residencia de ancianos Elisabeth.
Allí son recibidos por el director Peter Bittermann, quien ya ha tramitado los formularios necesarios para vacunar a los residentes y al personal, y ha proporcionado espacio para que se administren las vacunas y se supervise a los receptores después de la vacunación.
El equipo de vacunación de cuatro miembros, más dos aprendices, tiene solo unas horas para administrar la vacuna de Pfizer, muy sensible a la temperatura, antes de que ya no sea apta para su uso.
La Cruz Roja Alemana necesita 350 personas más para llevar a cabo su campaña de vacunación local, dijo Nicole Fey, portavoz de la administración del distrito local.
“Hemos podido reclutar a algunos, pero nunca será suficiente”, dijo a Reuters TV.
ALEMANIA SE REZAGA
En las dos primeras semanas de su campaña de vacunación, Alemania ha puesto 533.000 inyecciones, solo el 40% de los 1,3 millones de dosis recibidas. En cambio, Reino Unido ha alcanzado la marca de los 2 millones.
Israel, líder mundial en cuanto a la proporción de población cubierta, está inoculando a 150.000 personas diariamente, con su sistema de atención sanitaria universal y digital que facilita la programación de citas.
El mayor tamaño de Alemania y su estructura federal están complicando las operaciones, un problema al que también se enfrenta Estados Unidos.
En España, la descentralización de la campaña de vacunación ha puesto de manifiesto las diferencias entre regiones y ha provocado tensiones con el Gobierno central.
Los 16 estados alemanes culpan al Gobierno federal por no conseguir suficientes dosis. Los médicos de algunos centros dicen que se han cancelado los turnos. En Berlín, se abrió un centro de vacunación, que se cerró en Año Nuevo por falta de vacunas.
Spahn dice que los problemas de fabricación y no la escasez de pedidos son los culpables del suministro limitado, después de que Pfizer y BioNTech redujeran en diciembre a la mitad su previsión de producción a 50 millones de dosis para finales de año. Cada destinatario requiere dos inyecciones..
El Gobierno está trabajando con BioNTech para abrir una nueva planta de producción en la ciudad occidental de Marburgo. El director ejecutivo de BioNTech dijo la semana pasada que la planta de Marburgo podría entrar en servicio en febrero, antes de lo previsto.
“Con la capacidad que ya hemos creado en Alemania, podremos realizar entre 250.000 y 300.000 vacunaciones por día... cuando tengamos las dosis de la vacuna”, dijo Spahn esta semana.
Alemania espera recibir 5,3 millones de vacunas de Pfizer/BioNTech a mediados de febrero y otros 2 millones de dosis de una segunda vacuna de Moderna, recién aprobada por la Unión Europea, a finales de marzo.
Sin embargo, esto apenas será suficiente para cubrir a los 5,7 millones de personas, o el 6,8% de la población, mayores de 80 años.
LA ÚLTIMA MILLA
Al igual que en España, la evolución en cada estado en Alemania varía mucho. El primero de la clase es Mecklenburg-Vorpommern, en el norte, con 15,6 vacunas por cada 1.000 residentes, mientras que Sajonia tiene una tasa de solo 4,4.
En Turingia, otro rezagado, el primer ministro del estado Bodo Ramelow dijo el martes que muchas dosis enviadas a los hospitales habían sido devueltas. “Si los frenos se activan con una tasa de vacunación del 30 o 33%, tenemos un verdadero problema”, dijo a la radio Deutschlandfunk.
En Sajonia, el Ministerio de Asuntos Sociales dijo que la falta de formularios de consentimiento, los problemas con la planificación de rutas, los brotes de COVID en los hogares y las cancelaciones de última hora habían ralentizado su despliegue.
Las inoculaciones en Sajonia se almacenaban de forma centralizada hasta hace poco, lo que significaba que los equipos móviles tenían que conducir largas distancias antes de llegar a las residencias de ancianos.
A diferencia de Dillenburg, Sajonia ha tenido un aluvión de voluntarios para su campaña de vacunación, dijo Lars Werthmann, jefe regional de logística de la Cruz Roja Alemana.
“La próxima tarea gigantesca es coordinar a toda esta gente”, dijo Werthmann.
Los médicos, mientras tanto, expresan su frustración por los sistemas de reserva de citas que varían de un estado a otro, diciendo que causan confusión y erosionan la confianza.
Para acelerar el lanzamiento de inoculación contra el COVID-19, Alemania debería distribuirlas a través de su red de consultorios médicos de familia tan pronto como haya una vacuna que pueda almacenarse fácilmente en un refrigerador, dijo Burkhard Ruppert, pediatra de Berlín.
Alemania prevé administrar inyecciones en las consultas de los médicos en una segunda fase.
“Nuestra fortaleza en Alemania es este sistema de atención ambulatoria”, dijo Ruppert, que dirige una asociación de médicos locales. “No somos un país de sistemas gestionados a gran escala como podrían ser Reino Unido o Israel”.
“Estamos en una carrera contra un virus”, agregó. “Solo ganaremos si vacunamos en el mayor volumen y con la mayor rapidez posibles”.