Las claves que el prestigioso científico israelí Eral Segal señaló para derrotar al COVID-19
El experto del Instituto Weizmann afirmó que la aplicación masiva de vacunas y un confinamiento estricto es la mejor estrategia contra el coronavirus. Elogió el plan de Israel, el país que más vacunó hasta ahora y destacó que ya se inoculó al 60% de los mayores de 60 años
Gran Bretaña nuevamente se encuentra en cuarentena colectiva. La cantidad de hospitalizados en Ciudad de México es más alta que nunca. Alemania registró el martes uno de sus números más altos de decesos y la canciller Angela Merkel anuncia que el confinamiento en el país se extenderá hasta el 31 de enero. Sudáfrica y Brasil no tienen más lugar para colocar a los muertos e incluso Tailandia —hasta ahora un éxito en la lucha contra la enfermedad— está sufriendo una inusitada ola de contagios.
Uno de los países que más se destaca en la lucha contra el COVID-19 es Israel que diseñó un plan dual exitoso: vacunación masiva y confinamiento. Tal como lo destacó ayer el científico Eran Segal del Instituto Weizmann, especialista en microbioma, genética, nutrición y aprendizaje automático, Israel ya vacunó a 1,37 millones de personas (15,6% de la población), comprendiendo ya el 60% de los mayores de 60 años, uno de los grupos de más riesgo por su alta vulnerabilidad al virus debido comprometido sistema inmune que se tiene a partid de esa edad. Así, Israel se convirtió en el país que más dosis de vacunas contra el COVID-19 aplicó hasta el día de hoy en todo el mundo. El dato se desprende del sitio de estadísticas oficiales en tiempo real Our World In Data que comprende el número total de dosis administradas por cada 100 personas de la población total.
Segal también destacó la medida del gobierno israelí, que decretó un confinamiento total durante 2 semanas más por temor a la variante del coronavirus hallada en Reino Unido. Así, a partir de mañana habrá un cierre total del sistema educativo y más restricciones, ante un aumento exponencial de la morbilidad y en medio de una acelerada campaña de vacunación del coronavirus. “Hagamos un último esfuerzo”, pidió hoy el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu durante la reunión del gabinete de Gobierno. La decisión de ampliar por 14 días el aislamiento responde a que ayer se registraron las cifras más altas de contagios desde septiembre, con más de 8.000 nuevos casos. El jefe de Gobierno consideró que la epidemia “se está extendiendo a una velocidad récord debido a la mutación británica”, por lo que defendió ante sus ministros un confinamiento total “de inmediato”.
Según el investigador, “se llegó a una tercera ola y un tercer cierre porque nunca finalizó la segunda ola y aún arrastran la carga de errores: números que aún eran altos cuando se determinó salir del segundo bloqueo o cierre”. Tras este análisis, Segal compartió con sus seguidores un hilo en Twitter que rápidamente se hizo viral, en dónde analizó: “Recta final del COVID-19 en Israel: cierre + una rápida campaña de vacunación. Somos el primer país en entrar en un tercer confinamiento pero también es el segundo en vacunar habitantes per cápita. Esta estrategia puede que ponga punto final a las muertes por COVID-19 para marzo de 2021″, se esperanzó el experto.
Para explicar la dinámica que tiene el COVID-19 en su país, Segal explicó que “en Israel nunca terminamos de atravesar la segunda ola y aún cargamos con la carga de esos errores: números que aún eran altos cuando salimos del segundo confinamiento”. Y detalló: “Repetimos los mismos errores de la segunda ola. Cuando comenzaron a surgir casos en sectores específicos, primero el sector árabe, luego el ortodoxo, no pusimos suficientes medidas en estas áreas que mostraban brotes, por lo que eventualmente se extendió a todos los sectores y a todas las ciudades”.
Israel entró en un tercer confinamiento nacional el pasado 27 de diciembre, sin que este haya conseguido aplanar la curva de contagios y con la alerta por el aumento de los casos graves, cerca de 800. Hace poco más de dos semanas comenzó una rápida campaña de vacunación, por la que se ha administrado la primera dosis a casi el 15% de la población - de unos nueve millones- aunque se prevé una ralentización en el proceso para garantizar la segunda dosis, necesaria para la inmunidad. En tanto, hoy se comenzó la inoculación de estas segundas dosis en ciudadanos israelíes.
Para Segal, una preocupación actual en Israel es el rápido aumento reciente de contagios en la población ortodoxa, alcanzando un R - factor de reproducción, es decir el potencial de propagación que tiene un virus- sin precedentes de 1,89, lo que significa que se duplican los casos cada 4 días. “Nunca vimos un aumento tan rápido en cifras de referencia elevadas. La razón no está clara y una opción que debe examinarse es la variante del Reino Unido”, alertó, en relación a la nueva cepa del SARS-CoV-2.
“Nuestro sistema de salud centralizado permite una rápida vacunación: el 3,23% de la población se ha vacunado y a partir del 27/12 será del 1,1% por día. Esto puede resultar dramático. Israel tiene 4 millones de personas mayores de 60 años, por lo que con más de 100 mil vacunas por día, toda esta población se pueden vacunar en alrededor de 14 días. Dado que representan el 92% de las muertes y el 74% de los enfermos críticos, esto puede reducir las muertes en 10 veces y las enfermedades críticas en 4 veces”, explicó Eran, demostrando su argumento más fuerte.
El científico compartió a través de la red social Twitter un modelado epidemiológico, en el que partieron de la base de 100 mil personas vacunadas por día desde este domingo 27 de diciembre, comenzando por los mayores de 60 años, con vacunas efectivas 14 días después de la primera dosis, al 95% para los síntomas y al 65% para la infectividad y en el escenario posible si sólo el 80% de las personas aceptarán recibir la vacuna.
“Suponiendo un tercer confinamiento efectivo como el segundo en términos de R -índice de contagiosidad-, alcanzamos un pico a mediados de enero de 6000 casos diarios, 900 en estado crítico y 1100 muertes adicionales hasta marzo; pero para marzo, debería haber muy pocos pacientes críticamente enfermos y no habrá más aumento de la mortalidad después de eso”, continuó Eran Segal y concluyó que “la combinación de un confinamiento y una tasa de vacunación diaria del 1,1% de la población puede poner fin a la mayoría de las muertes por COVID-19 en Israel en marzo”.