El ejército de EEUU trabaja en una revolución tecnológica para mantener su superioridad militar ante China
El jefe del Estado Mayor dijo que La inteligencia artificial, la alianza hombre-máquina, la robótica, los armamentos de precisión y “algunas armas hispersónicas” provocarán un “cambio fundamental” en el campo de batalla mundial
“Estamos en mitad de un cambio fundamental en el carácter de la guerra”, declaró el jefe del Estado Mayor Conjunto del ejército estadounidense, el general Mark Milley, durante un foro sobre Defensa.
Los misiles guiados de precisión, los drones y otros equipamientos robotizados, así como los satélites de comunicación avanzados, y quienes sepan usarlos mejor, serán “decisivos” en una guerra, añadió.
“Podemos el ver el mundo hoy como jamás lo vimos antes”, explicó Milley. “Podemos alcanzar, rastrear, ver, identificar”, detalló antes de añadir que con las municiones de precisión de largo alcance, si se puede ver, “se puede golpear. Esto es fundamental y tiene un enorme impacto en el futuro del combate”.
La inteligencia artificial, la alianza hombre-máquina, la robótica, los armamentos de precisión y “algunas armas hispersónicas” provocarán un “cambio fundamental” en el campo de batalla mundial, añadió el general.
Según él, las armas robotizadas estarán generalizadas aquí 10 ó 15 años, y China desarrolla rápidamente sus capacidades. “Querrán no solo igualarnos, sino superarnos y dominarnos, ser capaces de ganarnos en conflictos armados de aquí a mitad de siglo”, aseguró.
El general, que debe conservar su puesto tras la investidura en enero del demócrata Joe Biden, abogó por una reducción de las tropas destinadas en el extranjero, y estimó que las bases permanentes en Corea del Sur o Baréin podrían hacer vulnerables a los soldados, su familias y empleados civiles.
“Tropas más pequeñas, más repartidas por el mundo, que sean muy difíciles de detectar serán la clave del futuro militar”, valoró.
Para impedir que China tome el control del oeste del Pacífico en caso de conflicto, Milley estimó que Estados Unidos debería desplegar unidades en Filipinas, Vietnam y Australia, equipadas con baterías de misiles de largo porte que puedan tener como objetivo barcos chinos.
Para lograrlo, el Pentágono debe aumentar su flota actual de 300 a 500 antes de 2045, de los que al menos un cuarto serán automatizados, además de construir hasta 90 submarinos, afirmó. Esta lista no incluye los portaaviones gigantes, objetivos fáciles de alcanzar por eventuales misiles de larga distancia de China, añadió.