De 2 a 18 dólares por dosis: cuánto pagó la Unión Europea por las vacunas contra el coronavirus
Tras la filtración de los datos, revelados por una diputada en medio de la discusión, llamó la atención la diferencia entre los desarrollos más accesibles y los que cuestan hasta nueve veces más
La vacuna más cara es la de la farmacéutica estadounidense Moderna. Su valor es de 17,93 dólares por dosis. Le sigue el ensayo de Pfizer/BioNTech, con un costo de 14,66 dólares por dosis.
Mientras que el inoculante más barato es el desarrollado por la Universidad de Oxford y AstraZeneca, con un precio aproximado de 2,17 dólares.
En una zona intermedia se encuentran las vacunas de Johnson & Johnson (8,47 dólares), Sanofi /GSK (9,23 dólares) y Curevac (12,22 dólares).
La diferencia de precios de las vacunas puede explicarse por las distintas tecnologías utilizadas en su producción, con las de Pfizer y Moderna a la cabeza. Las candidatas de las farmacéuticas estadounidenses Pfizer y Moderna –esta en colaboración con los institutos de salud de ese país– son bastante parecidas y están sustentadas por tecnologías que no se habían utilizado hasta ahora.
Ambas están compuestas a partir de ácidos ribonucleicos mensajeros (ARNm), una técnica con la que se pueden inyectar en el cuerpo las instrucciones o moléculas que inducen a las células a producir unas determinadas proteínas. En este caso, estos ARNm se utilizan para producir la proteína S (Spike) del SARS-CoV-2, la llave que el coronavirus necesita para entrar en la célula.
En los dos casos el ARN mensajero está encapsulado en nanopartículas de lípidos con el objetivo de hacerlo llegar al interior de las células del cuerpo humano para que éstas sinteticen la proteína S y la reconozcan, generándose así una respuesta inmune.
Tanto la mRNA-1273 (Moderna) como la BNT162b2 (Pfizer junto con la alemana BioNTech) mostraron efectividad con dos dosis.
El pasado sábado comenzó la campaña de vacunación en varios países europeos tras la llegada de las primeras dosis de la vacuna desde la fábrica de la farmacéutica Pfizer en Puurs, Bélgica. Las vacunaciones iban a producirse de manera coordinada en toda la UE, pero en al menos tres casos se ha adelantado un día: Alemania, Hungría y Eslovaquia.
En Alemania la primera en recibir la vacuna ha sido una mujer de 101 años, Edith Kwoizalla, en el centro de mayores de Krueger, en Sajonia-Anhalt. La mujer ha recibido el pinchazo con tranquilidad y con una sonrisa tras la mascarilla, informó la televisión pública alemana ARD. En este centro de mayores han sido vacunados 40 usuarios y diez trabajadores.
La prioridad son los mayores de más de 80 años y el personal sanitario, pero progresivamente, previsiblemente a mitad de año, “se ofrecerá la vacuna a todo el mundo que la quiera”.
Por su parte, AstraZeneca y Oxford han desarrollado el preparado más barato, al que apuestan fuerte el Reino Unido y muchos países del mundo -especialmente en Latinoamérica- porque tiene una doble ventaja, ambas muy importantes: el precio y las facilidades para el traslado.
El primer punto ya ha sido expuesto más arriba y el segundo se explica porque el frío necesario para conservar las dosis no es tan extremo como en el caso de Moderna y Pfizer.
Según el CEO del laboratorio sueco, Pascal Soriot, tras las dudas generadas por los primeros resultados de la Fase III ahora han hallado “la fórmula ganadora” y se espera que el Reino Unido la apruebe para que el 4 de enero se incorpore a la campaña de inmunización que el país británico ha iniciado en diciembre.