Vélez empató en el final
En un lindo partido en El Bosque, Vélez sumó un punto sobre la hora con una jugada de laboratorio para amargar a Gimnasia, que fue más y mereció el triunfo.
Y sí, Lobo, Dios está de licencia médica y por unos días no puede atender el teléfono. Hay que aguantar y desearle una pronta recuperación, no queda otra...
Se lo extrañó en La Plata, claro que sí. Porque el empate ante un equipo como Vélez, que cuenta con apellidos importantes, a priori no está mal. Pero teniendo en cuenta lo que fue el partido, es lógico que parezca casi una derrota.
Es cierto que el Fortín arrancó mejor, se puso arriba a los pocos minutos (gran pase de Ricky Álvarez en el inicio de la jugada) y dominó buena parte del primer tiempo. Pero los del Gallego Méndez reaccionaron y de la mano de Paradela, el Caco García, Carbonero y Weigandt merecieron quedarse con mucho más que un punto...
Luego del gol de Thiago Almada, Gimnasia fue creciendo en el juego y antes del final de la primera parte avisó con un remate del colombiano y otro de Melluso, ambos bien controlados por Domínguez.
Pero en el inicio del complemento, una desatención del fondo de Vélez terminó en penal y roja para Giannetti. García lo cambió por gol e hizo justicia. Con la parda, el local siguió yendo, no se conformó, y tuvo premio cuando Carbonero metió un buen remate desde afuera del área para dar vuelta el resultado.
Dominaba el juego el equipo de Maradona, ausente por obvias razones, y parecía que se adueñaría del triunfo. Incluso, Ayala rompió líneas y encaró para el tercero pero le cobraron un offside que dejó muchas dudas... Y en el final, se quedó con las manos vacías. Bah, en realidad, con un punto que le dejó gusto a poco...
Con el tiempo cumplido Vélez tuvo un tiro libre en la puerta del área y tiró a la cancha el laboratorio de la semana: dos pateadores, amagues, Ricky Álvarez y un pase corto para que el pibe Luca Orellano, quien había entrado minutos antes, le rompa el arco de un zurdazo a Fatura Broun. Empate, injusto, que le da algo de aire al Fortín y dejó masticando bronca al Lobo. Será de Dios, che...
