Plantean repensar la visión de país y niegan que demanda regional sea racista
En la oportunidad, los analistas dialogaron sobre regionalismo y racismo en la crisis pre y poselectoral del 2019. Alejo y el periodista Juan Carlos Salazar se reunieron en La Paz, y Fernández los acompañó desde la biblioteca de su casa en Santa Cruz, a través de una plataforma virtual.
"No en todos los casos que se formula una demanda regionalista o que se habla de una cuestión regional se advierte la posibilidad de que existan móviles racistas o de las peores discriminaciones que se puedan imaginar", afirmó el docente cruceño cuando se le consultó si en Bolivia se exacerba la división con manifestaciones, por ejemplo, de la tesis del Tahuantinsuyo o el federalismo.
Aunque estos proyectos en contextos complejos especialmente políticos "han derivado en muestras de xenofobia y racismo, es una de las consecuencias contraproducentes", complementa Alejo, y que la cohesión social de un grupo con base a una pertenencia étnica, cultural o regional para lograr sus objetivos va a forzar una "diferencia" contra otro externo, que puede ser la idea "centralista".
Reconoce que "el regionalismo en algunos aspectos ha logrado reducir algunas inequidades con alguna región central, desde la periferia", aunque sostiene que esto no necesariamente ha logrado fortalecer los lazos del tejido social a nivel estatal, y critica que las élites gobernantes "no han sido capaces de extender el Estado a todas las regiones", lo que ha generado una "frustración bastante grande" en esas regiones.
Fernández explicó que en el país existen necesidades insatisfechas y que muchas comunidades tropiezan con dificultades u obstáculos a la hora de buscar soluciones a sus problemas sociales, sobre todo por la manera en la que está estructurada la administración pública. Por estos argumentos es que considera razonable el planteamiento de un cambio; sin embargo, condena que ese cambio se proponga a través de criterios étnicos o de otra naturaleza.
"Pero lo que no es criticable es que se plantee seriamente la discusión de si este país es o no viable conforme a la manera en que está estructurado, esa es una pregunta razonable que se la podría hacer en cualquier momento", dijo.
Para el miembro de Comunidad Pukara, las soluciones a esta cuestión pasan por empezar a reflexionar una visión de país que consolide la labor de una modernización con los antecedentes históricos locales. "Esto es bastante complejo; de hecho, los regionalismos formarían parte", afirmó. Empero, advirtió que se debe buscar equilibrios entre todas las regiones ante la dicotomía forzada de las diferencias entre oriente y occidente que van posicionándose discursivamente.
Identificó como potencialidades la migración y el comercio interno, además de la relación consanguínea de parentesco que se construye hace tiempo en distintas latitudes del país, que de a poco une a los bolivianos. Alejo recordó que el desarrollo de Santa Cruz también es fruto de la migración y que lo mismo está sucediendo en otras regiones, como Beni y Pando. En este contexto, planteó construir una identidad nacional a partir de estos nexos.