LaLiga del liderato maldito
Mejor contra el primero que contra el último. En cada una de las seis jornadas, el equipo que llegaba líder ha caído derrotado. En cambio, los colistas están invictos.
No podemos olvidar, vaya eso por delante, que las jornadas que analizamos no están completas, ya que el asterisco del que hablábamos hizo comenzar a los equipos europeos con jornadas de retraso. Así, a estas alturas, por llegar lejos en Europa o por cruces con quienes sí lo hicieron, Barça, Atlético de Madrid, Sevilla y Elche le deben dos fechas al calendario, mientras que Real Madrid, Getafe, Granada, Osasuna, Levante y Athletic marchan con un partido menos. Pero ello no impide que el vértigo de verse en la cima o la rabia por cambiar la bombilla roja al farolillo hagan acto de presencia.
Líderes con vértigo
Vayamos por partes y comencemos por los poderosos a quienes les falla el puño a la hora de dar un golpe sobre la mesa. Obviando la primera jornada por razones evidentes, el Valencia acabaría líder tras el estreno, gracias a la remontada ante el Levante (4-2) certificada por el doblete de Manu Vallejo. La mejor diferencia de goles era un caramelo que días después comprobarían envenenado con su visita a Vigo. En Balaídos, el tanto de Maxi Gómez a su exequipo fue contrarrestado por el doblete de Aspas (2-1 para el Celta), quién si no. El relevo lo tomaría el Granada que sí completaba su pleno particular tras superar al Alavés en el Nuevo Los Cármenes (2-1).
Líder, en negrita.
Así llegamos al mayor beneficiado de este nuevo traspaso de poder, el Atleti, ya que recibía a los nazaríes en la tercera jornada y a Luis Suárez, al uruguayo, con los brazos abiertos. En tanto que este cimentaba el saco de goles que cayeron en la portería de Rui Silva (6-1). El Betis, a pesar de saborear su primera derrota de la temporada (2-3 ante el Madrid) se colocaba por delante de los de Diego Martínez, por mejor goalaverage, sentando, así, las bases de su caída venidera ante el Getafe. Una parte necesitaron los de Bordalás (3-0) para robar la maldición a los de Pellegrini, ya que sería el cuadro azulón el que se colocaba en cabeza tras la cuarta jornada.
Colistas con colmillos
En lo que respecta a los más necesitados, el propio Cádiz fue el primero en experimentar la bebida energética que supone verse con agua al cuello. Los amarillos pierden en casa todo lo que ganan fuera y de ello se aprovechó Osasuna (0-2) en la primera jornada y lo sufrió el Huesca en la segunda (0-2). De esta manera, el asalto al Alcoraz entregó las llaves del farolillo a un Athletic, afectado por el aplazamiento de su partido ante el Barça, que aprovechó el 'regalo' y se permitió el lujo de ajusticiar al Eibar fuera de casa (1-2).
El siguiente en disfrutar de la efervescencia de la última plaza sería el Elche, que se estrenaba tras el ascenso de la peor manera posible (0-3 ante la Real Sociedad) en la tercera jornada, pero que recordaría a los hombres de Mendilibar, con el 0-1 de Ipurúa, que en esta liga hay que evitar al colista y no al líder. Así asomaba el Alavés, que llevaba pidiendo la vez varias jornadas y que la certificó su última plaza tras la derrota en La Cerámica ante el Villarreal (3-1). Gracias a la invencibilidad que otorga la necesidad, se anotó su primer triunfo de la temporada frente a un Athletic (1-0) que perdió gas tras su paso por boxes jornadas atrás.