Bartomeu se blinda: no tiene previsto convocar a la junta
La reunión del consejo se esperaba para el martes o el miércoles con muchos temas para tratar, pero de momento se aplaza.
Se aguardaba con expectación la reunión de la junta porque a varios directivos les pareció mal que el club presentara una denuncia a la Guardia Civil (según la entidad, sólo lo pusieron en conocimiento de la Benemérita la sospecha de un fraude en las papeletas del voto de censura, pero el cuerpo policial lo transformó en denuncia formal) y también porque algún miembros de la junta, como es el caso de Xavier Vilajoana, meditaban presentar la dimisión para iniciar su carrera por la presidencia, algo que ya había dejado entrever el directivo responsable del fútbol base y del fútbol femenino en diversas apariciones ante la prensa. La idea de Vilajoana era la de presentar esa renuncia ante la junta, pero parece que esta semana no podrá ser a no ser que Bartomeu cambie su parecer, algo que no parece demasiado posible.
La prueba de que Bartomeu se siente fuerte se pudo ver el domingo por la noche después de que el equipo de fútbol sala del club se proclamara por tercera vez en su historia campeón de la Champions en el Palau Blaugrana.
La junta, más allá de servir para que el citado Vilajoana pudiera plantear su renuncia o que los directivos pidieran explicaciones por la denuncia de las papeletas falsas del voto de censura, pues muchos de ellos se enteraron que la entidad había acudido a la Guardia Civil mediante los medios de comunicación, debía servir para organizar la estrategia conjunta ante el voto de censura que ya es inminente una vez superadas las firmas requeridas.
El jueves está prevista una reunión de la Mesa del voto en la que los promotores esperan concretar la fecha de la votación con el horizonte puesto en el fin de semana del 31 de octubre y el 1 de noviembre.
De momento, el club ha elaborado un plan logístico para llevar a cabo la votación respetando las medidas sanitarias que exige la Generalitat a causa de la pandemia, pero se trata de un documento interno que no ha sido consensuado en junta directiva.
Lo que parece claro es que fiel al estilo presidencialista que ha caracterizado los últimos años de su mandato Bartomeu sigue su camino confiando tan sólo en un reducido grupo de directivos y ejecutivos más leales y de momento no tiene ningún interés en que la junta se reúna formalmente, esto es con acta de por medio, aunque las reuniones informales entre directivos están al orden del día.
