Aumentan los casos de Hafefobia como consecuencia del coronavirus

La pandemia del coronavirus ha provocado que los casos de Hafefobia, el miedo a tocar y ser tocado por otras personas, aumenten notablemente.

Daniel Pérez G.
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El miedo a contagiarse por coronavirus ha hecho que aumenten los casos de personas que padecen Hafefobia. Este concepto, desconocido para muchos, hace referencia al miedo irracional a tocar y ser tocado por otras personas. El riesgo del contagio, por supuesto, no ha hecho más que aumentar este temor.

Más de 2 millones de personas padecían este trastorno en España. Sin embargo, los casos en nuestro país han aumentado hasta el punto de llevar a muchas personas al aislamiento completo. “Parece que todo es peligroso, que nadie se me acerque, cualquiera puede ser el peligro”.

Sufrir Hafefobia provoca que sus pacientes tengan problemas para establecer relaciones personales, coger el transporte público o, en definitiva, llevar una vida cotidiana. Habitualmente existe un hecho desencadenante del trauma, aunque puede que no se recuerde ese momento. En el caso de la pandemia, el coronavirus, los efectos y las consecuencias que genera pueden ser uno de los desencadenantes. Esto último se ve reforzado por la continua presencia de la COVID-19 en los medios de comunicación.

“Es importante plantearse si el miedo a salir te está cambiando la vida. Si llevas sin salir de tu casa cuatro meses y no quieres salir, tienes que empezar a pensar que quizá hay un problema”, recomienda Patricia Bartolomé, ingeniera especialista en inteligencia emocional.

Principales síntomas de la Hafefobia

El miedo irracional a ser tocado puede provocar síntomas muy diversos. Los principales son los escalofríos, sofoco, sudoración o aumento de la frecuencia cardiaca. No obstante, a veces se manifiesta en forma de lloros, parálisis, ansiedad e incluso puede llegar a desembocar en depresiones.

“Si todo el mundo tiene miedo, nos vamos a contagiar de miedo. Lo más prudente, además de las medidas de seguridad, es contagiar nuestro mejor estado de ánimo”, reconoce Bartolomé.

Los especialistas recomiendan asistir al médico cuando el miedo dura más de 6 meses siempre que este impida la realización de una vida cotidiana. Si bien es difícil localizar qué produce el miedo, los tratamientos suelen tener buen resultado.


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