No quieren que se repita el esperpento de 2019
La FIA amenaza a quien ruede lento buscando el rebufo en la calificación
Marca
"Esto es un desastre, bueno, va a estar bien para calificación, pero esto va a ser un desastre" decía Charles Leclerc por la radio en referencia al apelotonamiento final de todos los coches, con neumáticos blandos, durante los entrenamientos libres, simulando la calificación de hoy, algo que la FIA ha advertido que quiere evitar bajo sanción y que el año pasado llevó a una de las imágenes más ridículas de la temporada en la F1.
Sí aquella calificación en la que nadie quería salir el primero en la vuelta final de la Q3 para no regalar el rebufo, crucial para ganar tiempo en las largas rectas de Monza. Crucial para lograr la pole, como hizo Leclerc. En 2019 fue tan dramático ese 'out lap', la vuelta previa al giro lanzado, que ocho pilotos, todos menos Leclerc y Sainz, entraron tarde en meta con el tiempo a cero y se quedaron sin giro final.
La FIA lo encajó mal, Hamilton habló que que habría accidentes si nadie cambiaba nada y ahora Michael Masi, director de carrera, ha advertido que no quiere que se repita, primero a los directores de equipo y luego a los pilotos.
Así ha ordenado un tiempo mínimo que comisarios utilizarán para determinar si alguien da una vuelta en calificación innecesariamente lenta. Será de 1:43:00, dos segundos más lenta comparada con 2019. Y quien se pase u obstaculice a un rival, podrá ser sancionado.
Visto lo visto en F2 y F3, donde poco más o menos que todo siguió igual, se prevé que ocurra casi lo mismo este año, aunque con más ojo en el tiempo. Entre ellos lo ve Carlos Sainz.
"Claro que habrá muchos rebufos y peleas, y quizás será divertido para la gente, un buen show ver cómo nos organizamos y buscamos nuestro espacio", advierte.
"Debemos estar tranquilos porque puede ser muy peligroso y ojalá podamos dar todos nuestras vueltas, quizás ninguno la haga como el año pasado... excepto yo (de los pocos que pudo dar la vuelta en el caos final)", bromeó.
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"Esto es un desastre, bueno, va a estar bien para calificación, pero esto va a ser un desastre" decía Charles Leclerc por la radio en referencia al apelotonamiento final de todos los coches, con neumáticos blandos, durante los entrenamientos libres, simulando la calificación de hoy, algo que la FIA ha advertido que quiere evitar bajo sanción y que el año pasado llevó a una de las imágenes más ridículas de la temporada en la F1.
Sí aquella calificación en la que nadie quería salir el primero en la vuelta final de la Q3 para no regalar el rebufo, crucial para ganar tiempo en las largas rectas de Monza. Crucial para lograr la pole, como hizo Leclerc. En 2019 fue tan dramático ese 'out lap', la vuelta previa al giro lanzado, que ocho pilotos, todos menos Leclerc y Sainz, entraron tarde en meta con el tiempo a cero y se quedaron sin giro final.
La FIA lo encajó mal, Hamilton habló que que habría accidentes si nadie cambiaba nada y ahora Michael Masi, director de carrera, ha advertido que no quiere que se repita, primero a los directores de equipo y luego a los pilotos.
Así ha ordenado un tiempo mínimo que comisarios utilizarán para determinar si alguien da una vuelta en calificación innecesariamente lenta. Será de 1:43:00, dos segundos más lenta comparada con 2019. Y quien se pase u obstaculice a un rival, podrá ser sancionado.
Visto lo visto en F2 y F3, donde poco más o menos que todo siguió igual, se prevé que ocurra casi lo mismo este año, aunque con más ojo en el tiempo. Entre ellos lo ve Carlos Sainz.
"Claro que habrá muchos rebufos y peleas, y quizás será divertido para la gente, un buen show ver cómo nos organizamos y buscamos nuestro espacio", advierte.
"Debemos estar tranquilos porque puede ser muy peligroso y ojalá podamos dar todos nuestras vueltas, quizás ninguno la haga como el año pasado... excepto yo (de los pocos que pudo dar la vuelta en el caos final)", bromeó.