Peligra la Supercopa de Europa: Hungría cierra sus fronteras
El gobierno húngaro acaba de anunciar que prohibirá la entrada de extranjeros desde el 1 de septiembre. El Sevilla y el Bayern deben disputar la final el 24 de septiembre en Budapest.
As.com
La final de la Supercopa de Europa que deben disputar Sevilla y Bayern el próximo 24 de septiembre en Budapest corre el riesgo de ser suspendida. El gobierno húngaro ha anunciado este viernes que el próximo 1 de septiembre, y al menos durante un mes, cerrará la frontera a la entrada de extranjeros para combatir la propagación del Covid-19.
El anuncio del cierre de las fronteras húngaras fue hecho por el jefe de gabinete del primer ministro, Gergeley Gulyas. No obstante, dejó abierta la puerta a algunas excepciones como convoyes militares, causas humanitarias o viajes de negocios o de negocios.
La trascendencia que tiene la Supercopa de Europa para Hungría seguramente sea considerada dentro de una de esas expceciones a la prohibición de entrar en el país, pero esa decisión quedará pendiente de una reunión entre la UEFA y el gobierno húngaro. En estos momentos está aprobado que se vendan 3.000 entradas entre los aficionados de los dos equipos. Cada uno de esos aficionados deberán haber dado negaivo en dos tests médicos, y se les tomará la temperatura antes de entrar al estadio. La Federación húngara todavía está negociando algunos aspectos con la UEFA, puesto que quiere incrementar la cifra de público hasta los 21.000 espectadores. No obstante, todo puede cambiar en las próximas semanas. Este sábado habrá una reunión para concretar más detalles después de la decisión del gobierno húngaro.
La final de la Supercopa de Europa que deben disputar Sevilla y Bayern el próximo 24 de septiembre en Budapest corre el riesgo de ser suspendida. El gobierno húngaro ha anunciado este viernes que el próximo 1 de septiembre, y al menos durante un mes, cerrará la frontera a la entrada de extranjeros para combatir la propagación del Covid-19.
El anuncio del cierre de las fronteras húngaras fue hecho por el jefe de gabinete del primer ministro, Gergeley Gulyas. No obstante, dejó abierta la puerta a algunas excepciones como convoyes militares, causas humanitarias o viajes de negocios o de negocios.
La trascendencia que tiene la Supercopa de Europa para Hungría seguramente sea considerada dentro de una de esas expceciones a la prohibición de entrar en el país, pero esa decisión quedará pendiente de una reunión entre la UEFA y el gobierno húngaro. En estos momentos está aprobado que se vendan 3.000 entradas entre los aficionados de los dos equipos. Cada uno de esos aficionados deberán haber dado negaivo en dos tests médicos, y se les tomará la temperatura antes de entrar al estadio. La Federación húngara todavía está negociando algunos aspectos con la UEFA, puesto que quiere incrementar la cifra de público hasta los 21.000 espectadores. No obstante, todo puede cambiar en las próximas semanas. Este sábado habrá una reunión para concretar más detalles después de la decisión del gobierno húngaro.
