Los Nuggets sobreviven a un Donovan Mitchell histórico (57)
Emociones fuertes para abrir los playoffs de la burbuja: los Nuggets se salvaron en la prórroga, gracias a Jamal Murray y Nikola Jokic, ante unos Jazz que rozaron el triunfo.
Juanma Rubio
As
Playoffs en agosto. Sin aficionados, sin pabellones calientes, sin viajes a territorio enemigo. En Walt Disney World y con público virtual. Playoffs en agosto… pero playoffs. El arranque, Nuggets-Jazz, fue tremendo. Ganaron los de las Rocosas (135-125), en la prórroga y con muchísimos problemas. Y se llevaron el primer punto de una serie, tercero contra sexto del Oeste, en la que partían como claros favoritos. Ahora lo son todavía más.
Porque, sencillamente, dio la sensación de que tienen más. De que ganarán en más tipos de partido (y hay que ganar cuatro). Por eso, los Jazz se acordarán de un duelo que inclinaron en el segundo tiempo y debieron ganar, con los Nuggets confundidos y descosidos. Y con un Donovan Mitchell imperial, que anotó 2 puntos con un 1/5 en tiros en el primer cuarto y acabó con 57 y un 19/33. Además, capturó 9 rebotes y repartió 7 asistencias. En el segundo cuarto fue la única razón de que los Nuggets no ganaran por más al descanso (59-52, 18 puntos del escolta en ese parcial). En el tercero pareció a punto de ganar el partido y en el cuarto dirigió (22 puntos) todas las embestidas de unos Jazz que tuvieron el triunfo en su mano y rozaron la derrota en un tiro final de Jokic, bien defendido por Rudy Gobert. En la prórroga, ya agotados, perdieron cuatro balones y encajaron 8 puntos (123-115) antes de anotar su primera canasta. Game over.
Mitchell batió el récord de los Jazz en playoffs, los 50 puntos que había metido Karl Malone en 2000, sumó el primer partido de más de 50 en un arranque de playoffs desde 2003 (Allen Iverson) y se convirtió en el segundo jugador que supera los 56 puntos en las eliminatorias por el título con menos de 23 años. El otro que lo ha logrado es Michael Jordan. Ese partido de Mitchell no bastó, y esa es la peor noticia para unos Jazz con poco tiempo para rearmarse: en este formato sin viajes, se juega cada dos días.
Los Jazz hicieron el pasado verano un equipo par dar el salto adelante definitivo. Sus apuestas para llegar lejos (por fin) en playoffs fueron Mike Conley y Bojan Bogdanovic. El segundo está lesionado y no ha viajado a Florida, el primero se acaba de ir por el nacimiento de su hijo. Así que sin dos titulares y dos jugadores que deberían ser esenciales si los Jazz quieren pegar mordiscos reales en playoffs, el equipo de Quin Snyder lo puso todo en manos de Mitchell con la ayuda en defensa de Gobert, que hizo lo que pudo contra Jokic, y en la creación de Joe Ingles. El novato Juwan Morgan, un ala-pívot que no fue drafteado y que había jugado 134 minutos en la temporada, fue titular y acabó con un +17 en pista. Los Jazz se exprimieron, ganaron muchas posesiones extra (16-8 en rebotes de ataque) y contaron con un Mitchell iluminado. Pero perdieron. Mala cosa.
Los Nuggets manejaron el partido en el primer tiempo y dieron la sensación de tener todo bajo control hasta que cayeron, les pasa a veces, en el caos y la falta de disciplina tras el descanso (19-31 el tercer cuarto). También les faltan dos titulares (Gary Harris y Will Barton, los necesitarán si avanzan y se las ven con los Clippers en segunda ronda), pero tienen más recursos y más talento que los Jazz. Nikola Jokic perdió muchas batallas con Gobert pero acabó ganando la guerra (29 puntos, 10 rebotes, 3 asistencias) y Jamal Murray dinamitó el partido cuando parecía que no había respuesta para la gran estrella rival. El base canadiense (23 años) firmó el pasado verano una extensión de 5 años y 170 millones. En muchos tramos de los partidos parece no merecerla… pero es mejor no tenerlo enfrente en los momentos calientes. Metió 20 puntos entre el último cuarto y la prórroga. Canastas de puro talento que no solo sostuvieron a su equipo sino que construyeron una resistencia emocional a Mitchell. Lo que parecía no haber: el antídoto.
Entre Jokic y Murray se bastaron, con la ayuda de Craig, Grant, Morris y un Michael Porter que empezó bien en ataque (13 puntos) pero vio el tramo decisivo en el banquillo por sus deficiencias defensivas. En general, los Nuggets no fueron constantes ni disciplinados… pero ganaron. De eso se trata, al menos en el primer día de playoffs. Y más si enfrente hay un jugador en absoluto trance: Donovan Mitchell, 57 puntos y derrota. Si estuvieran Bogdanovic y Conley…
Juanma Rubio
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Playoffs en agosto. Sin aficionados, sin pabellones calientes, sin viajes a territorio enemigo. En Walt Disney World y con público virtual. Playoffs en agosto… pero playoffs. El arranque, Nuggets-Jazz, fue tremendo. Ganaron los de las Rocosas (135-125), en la prórroga y con muchísimos problemas. Y se llevaron el primer punto de una serie, tercero contra sexto del Oeste, en la que partían como claros favoritos. Ahora lo son todavía más.
Porque, sencillamente, dio la sensación de que tienen más. De que ganarán en más tipos de partido (y hay que ganar cuatro). Por eso, los Jazz se acordarán de un duelo que inclinaron en el segundo tiempo y debieron ganar, con los Nuggets confundidos y descosidos. Y con un Donovan Mitchell imperial, que anotó 2 puntos con un 1/5 en tiros en el primer cuarto y acabó con 57 y un 19/33. Además, capturó 9 rebotes y repartió 7 asistencias. En el segundo cuarto fue la única razón de que los Nuggets no ganaran por más al descanso (59-52, 18 puntos del escolta en ese parcial). En el tercero pareció a punto de ganar el partido y en el cuarto dirigió (22 puntos) todas las embestidas de unos Jazz que tuvieron el triunfo en su mano y rozaron la derrota en un tiro final de Jokic, bien defendido por Rudy Gobert. En la prórroga, ya agotados, perdieron cuatro balones y encajaron 8 puntos (123-115) antes de anotar su primera canasta. Game over.
Mitchell batió el récord de los Jazz en playoffs, los 50 puntos que había metido Karl Malone en 2000, sumó el primer partido de más de 50 en un arranque de playoffs desde 2003 (Allen Iverson) y se convirtió en el segundo jugador que supera los 56 puntos en las eliminatorias por el título con menos de 23 años. El otro que lo ha logrado es Michael Jordan. Ese partido de Mitchell no bastó, y esa es la peor noticia para unos Jazz con poco tiempo para rearmarse: en este formato sin viajes, se juega cada dos días.
Los Jazz hicieron el pasado verano un equipo par dar el salto adelante definitivo. Sus apuestas para llegar lejos (por fin) en playoffs fueron Mike Conley y Bojan Bogdanovic. El segundo está lesionado y no ha viajado a Florida, el primero se acaba de ir por el nacimiento de su hijo. Así que sin dos titulares y dos jugadores que deberían ser esenciales si los Jazz quieren pegar mordiscos reales en playoffs, el equipo de Quin Snyder lo puso todo en manos de Mitchell con la ayuda en defensa de Gobert, que hizo lo que pudo contra Jokic, y en la creación de Joe Ingles. El novato Juwan Morgan, un ala-pívot que no fue drafteado y que había jugado 134 minutos en la temporada, fue titular y acabó con un +17 en pista. Los Jazz se exprimieron, ganaron muchas posesiones extra (16-8 en rebotes de ataque) y contaron con un Mitchell iluminado. Pero perdieron. Mala cosa.
Los Nuggets manejaron el partido en el primer tiempo y dieron la sensación de tener todo bajo control hasta que cayeron, les pasa a veces, en el caos y la falta de disciplina tras el descanso (19-31 el tercer cuarto). También les faltan dos titulares (Gary Harris y Will Barton, los necesitarán si avanzan y se las ven con los Clippers en segunda ronda), pero tienen más recursos y más talento que los Jazz. Nikola Jokic perdió muchas batallas con Gobert pero acabó ganando la guerra (29 puntos, 10 rebotes, 3 asistencias) y Jamal Murray dinamitó el partido cuando parecía que no había respuesta para la gran estrella rival. El base canadiense (23 años) firmó el pasado verano una extensión de 5 años y 170 millones. En muchos tramos de los partidos parece no merecerla… pero es mejor no tenerlo enfrente en los momentos calientes. Metió 20 puntos entre el último cuarto y la prórroga. Canastas de puro talento que no solo sostuvieron a su equipo sino que construyeron una resistencia emocional a Mitchell. Lo que parecía no haber: el antídoto.
Entre Jokic y Murray se bastaron, con la ayuda de Craig, Grant, Morris y un Michael Porter que empezó bien en ataque (13 puntos) pero vio el tramo decisivo en el banquillo por sus deficiencias defensivas. En general, los Nuggets no fueron constantes ni disciplinados… pero ganaron. De eso se trata, al menos en el primer día de playoffs. Y más si enfrente hay un jugador en absoluto trance: Donovan Mitchell, 57 puntos y derrota. Si estuvieran Bogdanovic y Conley…