El nuevo Bernabéu coloca las primeras piezas de la cubierta
Se ha empezado el izado de las dovelas en las que se apoyará la nueva cubierta retráctil. Serán 11 en total, la más ligera pesa 33 toneladas y la más pesada, 213.
As.com
Siguen con buen ritmo las obras del Santiago Bernabéu para completar una reforma que pretende llevar el estadio blanco a ser un icono arquitectónico del Siglo XXI. El parón sanitario por el coronavirus llevó a jugar partidos a puerta cerrada y el Madrid, ante tal eventualidad, eligió jugar en el Di Stéfano de Valdebebas para impulsar las obras del Bernabeú, que de otra forma debían de parar antes de cada encuentro. La remodelación avanza a buen ritmo, está previsto que acaba en octubre de 2022, aunque se confía en poder acortar un poco los plazos, y ya ha empezado a instalar la primera parte de uno de sus sellos distintivos: la cubierta retráctil.
Ha comenzado el izado de las dovelas, estructuras en las cuales se apoyará la nueva cubierta; serán un total de 11, diez partes de tamaño variables y otra dovela clave que las unirá todas en el centro. "Para la construcción (de la cubierta), se ha habilitado una estructura metálica compuesta por dos cerchas o vigas atirantadas de este a oeste, es decir, del paseo de la Castellana a Padre Damián. Cada una de estas cerchas o vigas tiene una longitud de 176 metros y se apoyarán en las dos nuevas torres de Castellana y en dos apoyos situados donde anteriormente se ubicaban los torreones de Padre Damián. Desde cada uno de estos cuatro puntos se izarán diez dovelas que se unirán en el centro mediante una dovela clave", ha explicado el club en su página web.
"Las dovelas se montan en el suelo, en zonas adyacentes a las grúas que deberán izarlas desde cada uno de los cuatro apoyos. La sección cuadrada de cada dovela tiene unas dimensiones de 6x6 metros y una longitud variable entre los 6 y los 18 metros", continúa la nota del Real Madrid. Pese a parecer estructuras pequeñas en comparación con el estadio, son piezas de complicado manejo: sus pesos varían entre las 33 toneladas de la más pequeña y las 213 toneladas de la primera dovela que se iza en cada apoyo.
Siguen con buen ritmo las obras del Santiago Bernabéu para completar una reforma que pretende llevar el estadio blanco a ser un icono arquitectónico del Siglo XXI. El parón sanitario por el coronavirus llevó a jugar partidos a puerta cerrada y el Madrid, ante tal eventualidad, eligió jugar en el Di Stéfano de Valdebebas para impulsar las obras del Bernabeú, que de otra forma debían de parar antes de cada encuentro. La remodelación avanza a buen ritmo, está previsto que acaba en octubre de 2022, aunque se confía en poder acortar un poco los plazos, y ya ha empezado a instalar la primera parte de uno de sus sellos distintivos: la cubierta retráctil.
Ha comenzado el izado de las dovelas, estructuras en las cuales se apoyará la nueva cubierta; serán un total de 11, diez partes de tamaño variables y otra dovela clave que las unirá todas en el centro. "Para la construcción (de la cubierta), se ha habilitado una estructura metálica compuesta por dos cerchas o vigas atirantadas de este a oeste, es decir, del paseo de la Castellana a Padre Damián. Cada una de estas cerchas o vigas tiene una longitud de 176 metros y se apoyarán en las dos nuevas torres de Castellana y en dos apoyos situados donde anteriormente se ubicaban los torreones de Padre Damián. Desde cada uno de estos cuatro puntos se izarán diez dovelas que se unirán en el centro mediante una dovela clave", ha explicado el club en su página web.
"Las dovelas se montan en el suelo, en zonas adyacentes a las grúas que deberán izarlas desde cada uno de los cuatro apoyos. La sección cuadrada de cada dovela tiene unas dimensiones de 6x6 metros y una longitud variable entre los 6 y los 18 metros", continúa la nota del Real Madrid. Pese a parecer estructuras pequeñas en comparación con el estadio, son piezas de complicado manejo: sus pesos varían entre las 33 toneladas de la más pequeña y las 213 toneladas de la primera dovela que se iza en cada apoyo.
