China patenta su vacuna “rápida y fácil de preparar”
CanSino Biologics y el Instituto Científico Militar de China han aprobado la primera patente de una vacuna que sería “rápida y fácil de preparar”.
Paula Naveira
As
Con el avance de la pandemia y el aumento de contagios en algunos países, son muchos los investigadores y científicos que trabajan día y noche por encontrar una vacuna que ponga fin de una vez por todas a la nueva enfermedad que ha acabado con más de 700.000 vidas en el mundo.
Tras la confirmación del antídoto ruso, que ya comenzó a producirse el pasado sábado, y que comenzará a suministrarse de forma masiva dentro de aproximadamente un mes, ha llegado el turno de China que ha afirmado que ha aprobado la primera patente de candidata a vacuna que podría ser “producida en masa en un breve periodo de tiempo” gracias a su modo “rápido y fácil de preparar”.
Así lo ha establecido la Oficina Estatal China de Propiedad Intelectual (SIPO), quien ha informado de que su antídoto se encuentra ya en tercera fase de pruebas después de haber demostrado resultados positivos en los ensayos de la segunda fase en los que, según publicaron en la revista médica británica The Lancet, demostró ser una vacuna segura, capaz de inducir una respuesta inmune contra el coronavirus.
Aunque, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), para que una vacuna pueda suministrarse de forma masiva tiene que pasar un periodo de entre 12 y 18 meses, China ha decidido acelerar los procesos debido a la gran emergencia sanitaria mundial y ha permitido que se produzcan al mismo tiempo algunos estudios en las diferentes fases.
Probada en militares
Esta nueva posible cura contra la COVID-19 ha sido desarrollada en China, por el Instituto Científico Militar y la compañía biofarmacéutica china CanSino Biologics, y se ha probado en militares debido a su colaboración con la Academia de Ciencias Militares de China. Su fórmula, la Ad5-nCoV, se basa en un adenovirus del resfriado.
La investigación publicada en el mes de julio en The Lancet informó de que la patente se probó en 508 personas como continuación de las primeras pruebas que se publicaron en mayo, también con resultados positivos, pero afirmó que se necesitarán más ensayos en humanos en la fase tres, para confirmar si esta vacuna candidata protege eficazmente contra la infección por la COVID-19.
Aún así, los investigadores declararon que ninguna de las personas participantes en la fase dos ha estado expuesta al virus después de la vacunación, por lo que aún no se puede confirmar al 100% si esta nueva candidata protege eficientemente contra el coronavirus.
Buena respuesta inmunológica en ratones y roedores
Esta patente ha sido probada también en ratones y roedores, donde se ha confirmado una buena respuesta inmunológica que puede “inducir al cuerpo a producir una fuerte respuesta inmune celular y humoral en poco tiempo”, tal y como publicó el diario sensacionalista cantonés de China, Southern Metropolis.
Paula Naveira
As
Con el avance de la pandemia y el aumento de contagios en algunos países, son muchos los investigadores y científicos que trabajan día y noche por encontrar una vacuna que ponga fin de una vez por todas a la nueva enfermedad que ha acabado con más de 700.000 vidas en el mundo.
Tras la confirmación del antídoto ruso, que ya comenzó a producirse el pasado sábado, y que comenzará a suministrarse de forma masiva dentro de aproximadamente un mes, ha llegado el turno de China que ha afirmado que ha aprobado la primera patente de candidata a vacuna que podría ser “producida en masa en un breve periodo de tiempo” gracias a su modo “rápido y fácil de preparar”.
Así lo ha establecido la Oficina Estatal China de Propiedad Intelectual (SIPO), quien ha informado de que su antídoto se encuentra ya en tercera fase de pruebas después de haber demostrado resultados positivos en los ensayos de la segunda fase en los que, según publicaron en la revista médica británica The Lancet, demostró ser una vacuna segura, capaz de inducir una respuesta inmune contra el coronavirus.
Aunque, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), para que una vacuna pueda suministrarse de forma masiva tiene que pasar un periodo de entre 12 y 18 meses, China ha decidido acelerar los procesos debido a la gran emergencia sanitaria mundial y ha permitido que se produzcan al mismo tiempo algunos estudios en las diferentes fases.
Probada en militares
Esta nueva posible cura contra la COVID-19 ha sido desarrollada en China, por el Instituto Científico Militar y la compañía biofarmacéutica china CanSino Biologics, y se ha probado en militares debido a su colaboración con la Academia de Ciencias Militares de China. Su fórmula, la Ad5-nCoV, se basa en un adenovirus del resfriado.
La investigación publicada en el mes de julio en The Lancet informó de que la patente se probó en 508 personas como continuación de las primeras pruebas que se publicaron en mayo, también con resultados positivos, pero afirmó que se necesitarán más ensayos en humanos en la fase tres, para confirmar si esta vacuna candidata protege eficazmente contra la infección por la COVID-19.
Aún así, los investigadores declararon que ninguna de las personas participantes en la fase dos ha estado expuesta al virus después de la vacunación, por lo que aún no se puede confirmar al 100% si esta nueva candidata protege eficientemente contra el coronavirus.
Buena respuesta inmunológica en ratones y roedores
Esta patente ha sido probada también en ratones y roedores, donde se ha confirmado una buena respuesta inmunológica que puede “inducir al cuerpo a producir una fuerte respuesta inmune celular y humoral en poco tiempo”, tal y como publicó el diario sensacionalista cantonés de China, Southern Metropolis.