La FIA admite la denuncia de Renault por 'el Mercedes viejo'
Los comisarios han sellado los conductos de frenos usados por el Racing Point RP20 en Austria y reclamado las mismas partes del W10 a Mercedes.
Jesús Balseiro
As
Renault ha denunciado ante la FIA al Racing Point RP20 porque sospecha que incumple el Reglamento Técnico de la Fórmula 1. El equipo francés ha hecho oficial la "solicitud de aclaración" a los comisarios del GP de Estiria. Daniel Ricciardo, octavo en la carrera, terminó por detrás de los dos coches rosas, el de Sergio Pérez (sexto) y Lance Stroll (séptimo).
Quieren saber si el monoplaza, tan inspirado en el Mercedes, incumple el ‘Apéndice 6’ de las normas, según el cual un constructor está obligado a diseñar y construir todas las piezas que no pueden adquirirse de un tercero. Y en el caso de que se externalice su fabricación, el tercero no puede ser un competidor en la F1. Por ejemplo, el chasis de Haas lo fabrica Dallara.
Los técnicos de ambas escuderías han declarado tras la carrera y la FIA ha admitido a trámite, sin especificar cuándo deliberará su departamento técnico, la queja de la marca del rombo, sellando los conductos de frenos delanteros y traseros usados por Pérez y Stroll en el Red Bull Ring y exigiendo a los hexacampeones las mismas piezas que usó el W10 el año pasado para realizar un análisis exhaustivo y minucioso de estos componentes. Por lo tanto, los resultados de la prueba son provisionales.
El RP20 es una copia del Mercedes de 2019, el vigente campeón del mundo, y el salto cualitativo de rendimiento del antiguo Force India es evidente. Es legal calcar un coche a partir de fotos, pero es ilegal contar con ayuda externa y es eso lo que sospecha Renault, y buena parte de la parrilla. Racing Point trabaja en el túnel de viento de Brackley y tienen una relación muy fluida con Mercedes, su fabricante de motores.
Cabe recordar que este tema ya ha pasado antes por la FIA sin sanciones, así como Renault y Racing Point vuelven a encontrarse en una disputa legal. Los coches franceses fueron descalificados del GP de Japón 2019 tras una reclamación de la firma de Silverstone, que les acusó de utilizar ayudas electrónicas automáticas prohibidas en las normas.
Jesús Balseiro
As
Renault ha denunciado ante la FIA al Racing Point RP20 porque sospecha que incumple el Reglamento Técnico de la Fórmula 1. El equipo francés ha hecho oficial la "solicitud de aclaración" a los comisarios del GP de Estiria. Daniel Ricciardo, octavo en la carrera, terminó por detrás de los dos coches rosas, el de Sergio Pérez (sexto) y Lance Stroll (séptimo).
Quieren saber si el monoplaza, tan inspirado en el Mercedes, incumple el ‘Apéndice 6’ de las normas, según el cual un constructor está obligado a diseñar y construir todas las piezas que no pueden adquirirse de un tercero. Y en el caso de que se externalice su fabricación, el tercero no puede ser un competidor en la F1. Por ejemplo, el chasis de Haas lo fabrica Dallara.
Los técnicos de ambas escuderías han declarado tras la carrera y la FIA ha admitido a trámite, sin especificar cuándo deliberará su departamento técnico, la queja de la marca del rombo, sellando los conductos de frenos delanteros y traseros usados por Pérez y Stroll en el Red Bull Ring y exigiendo a los hexacampeones las mismas piezas que usó el W10 el año pasado para realizar un análisis exhaustivo y minucioso de estos componentes. Por lo tanto, los resultados de la prueba son provisionales.
El RP20 es una copia del Mercedes de 2019, el vigente campeón del mundo, y el salto cualitativo de rendimiento del antiguo Force India es evidente. Es legal calcar un coche a partir de fotos, pero es ilegal contar con ayuda externa y es eso lo que sospecha Renault, y buena parte de la parrilla. Racing Point trabaja en el túnel de viento de Brackley y tienen una relación muy fluida con Mercedes, su fabricante de motores.
Cabe recordar que este tema ya ha pasado antes por la FIA sin sanciones, así como Renault y Racing Point vuelven a encontrarse en una disputa legal. Los coches franceses fueron descalificados del GP de Japón 2019 tras una reclamación de la firma de Silverstone, que les acusó de utilizar ayudas electrónicas automáticas prohibidas en las normas.