La cepa del COVID-19 que contagió a Italia: vino de Alemania y es más contagiosa
En un estudio de la Universidad de Milán se muestra una clara presencia predominante de un único linaje viral, el B1, relacionado con el primer foco en Europa.
As.com
La pandemia del coronavirus ha afectado prácticamente a todos los países a lo largo y ancho del mundo. Italia fue de los más afectados durante los primeros meses, cuando el virus comenzaba a propagarse por Europa. Con 244.434 casos confirmados, es el 14º país con mayor número de casos, el tercero europeo tras Reino Unido y España.
Durante todos estos meses, el SARS-CoV-2 ha ido mutando su genoma y son varias las cepas que se han ido propagando. Según un estudio de la Universidad Estatal de Milán, la variante que habría entrado en Italia es la cepa B1, llegada a Alemania desde Shanghái. En el estudio de 59 nuevos genomas virales se determina que esta cepa, que procedía del paciente 1 alemán que había tenido contacto con una persona de Shanghái, era más contagiosa.
En el estudio se muestra una clara presencia predominante de un único linaje viral, atribuible al linaje B1, que está relacionado con el primer foco de contagio en Europa, que fue fruto de una importación desde Shanghai. Esta investigación, llevada a cabo entre el Laboratorio de Enfermedades Infecciosas de la Universidad Estatal de Milán junto diez centros clínicos, define la evolución y características del virus en Italia.
Una variante más infecciosa
Otra de las conclusiones del estudio hace referencia a la presencia del linaje B, similar al encontrado en Italia a finales de enero y que llegó importado de Wuhan por dos turistas chinos. Sin embargo, el paciente, que vivía en Véneto, aseguró no haber viajado a China ni haber tenido contacto con nadie del país. Los resultados muestran que todos los genomas presentes en Italia tienen la mutación 614G en la proteína Skipe, que caracteriza a la mayoría de los genomas virales de Europa y del mundo, tanto de la cepa B como de la B1, motivo por el cual tendría una mayor capacidad para el contagio.
Esta característica hace que aumente el número de picos funcionales, los que pueden penetrar en la células humanas, por lo que cada partícula viral tiene una mayor capacidad para infectar. De hecho, las investigaciones señalan que es casi diez veces más infecciosa que otras cepas en un ambiente de laboratorio. Estos análisis, disponibles para todo el mundo pues se encuentran en una base de datos común, muestran que esta variedad fue la predominante en todo el mundo.
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La pandemia del coronavirus ha afectado prácticamente a todos los países a lo largo y ancho del mundo. Italia fue de los más afectados durante los primeros meses, cuando el virus comenzaba a propagarse por Europa. Con 244.434 casos confirmados, es el 14º país con mayor número de casos, el tercero europeo tras Reino Unido y España.
Durante todos estos meses, el SARS-CoV-2 ha ido mutando su genoma y son varias las cepas que se han ido propagando. Según un estudio de la Universidad Estatal de Milán, la variante que habría entrado en Italia es la cepa B1, llegada a Alemania desde Shanghái. En el estudio de 59 nuevos genomas virales se determina que esta cepa, que procedía del paciente 1 alemán que había tenido contacto con una persona de Shanghái, era más contagiosa.
En el estudio se muestra una clara presencia predominante de un único linaje viral, atribuible al linaje B1, que está relacionado con el primer foco de contagio en Europa, que fue fruto de una importación desde Shanghai. Esta investigación, llevada a cabo entre el Laboratorio de Enfermedades Infecciosas de la Universidad Estatal de Milán junto diez centros clínicos, define la evolución y características del virus en Italia.
Una variante más infecciosa
Otra de las conclusiones del estudio hace referencia a la presencia del linaje B, similar al encontrado en Italia a finales de enero y que llegó importado de Wuhan por dos turistas chinos. Sin embargo, el paciente, que vivía en Véneto, aseguró no haber viajado a China ni haber tenido contacto con nadie del país. Los resultados muestran que todos los genomas presentes en Italia tienen la mutación 614G en la proteína Skipe, que caracteriza a la mayoría de los genomas virales de Europa y del mundo, tanto de la cepa B como de la B1, motivo por el cual tendría una mayor capacidad para el contagio.
Esta característica hace que aumente el número de picos funcionales, los que pueden penetrar en la células humanas, por lo que cada partícula viral tiene una mayor capacidad para infectar. De hecho, las investigaciones señalan que es casi diez veces más infecciosa que otras cepas en un ambiente de laboratorio. Estos análisis, disponibles para todo el mundo pues se encuentran en una base de datos común, muestran que esta variedad fue la predominante en todo el mundo.