Iker Casillas y su familia cierran su etapa en Potugal

Oporto, Agencias
Parece que fue ayer cuando Iker Casillas y Sara Carbonero ponían rumbo a Portugal en busca de nuevas oportunidades. El ex portero del Real Madrid encontró en Oporto una vida alejada del foco mediático español y un nuevo reto profesional. Un cambio de aires en el que la periodista ha sido siempre un pilar fundamental.

Aunque sabían que su aventura en la ciudad lusa era temporal, ambos se adaptaron rápidamente. En el país vecino han creado recuerdos y vivido momentos inolvidables a la par que duros, siendo la familia que han formado junto a sus hijos Martín y Lucas lo que les ha mantenido fuertes.

Después de un lustro, el deportista se despedía en su perfil de Twitter del FC Porto, y quién sabe si de su vinculación con el deporte de forma definitiva. "El último vuelo", rezaba su publicación con una fotografía a pie de campo en el estadio del último equipo que le ha visto jugar.

El infarto de Iker y el cáncer de Sara

En mayo del año pasado, a Sara Carbonero le detectaban un tumor maligno de ovario. Durante el tratamiento de quimioterapia, que finalizó a finales de ese mismo año, Iker también se recuperaba de un infarto de miocardio sufrido en julio durante una sesión de entrenamiento. El futbolista tuvo que ser hospitalizado, donde se le realizó un catateterismo y evolucionó favorablemente.

Una vez recuperado, el deportista pasó a formar parte del staff del conjunto portugués y tras rechazar su candidatura a la presidencia de la RFEF, las incógnitas sobre su futuro profesional se han disparado. Tome la decisión que tome, lo que tienen claro los seguidores de fútbol es que Iker Casillas pasará a la historia como uno de los grandes guardametas de nuestro país, cuyo papel fue vital en la consecución de las dos copas de Europa y el Mundial de fútbol. Estos días los mensajes de agradecimiento sobre estos acontecimientos no paran de llenar las redes sociales.

Lo primordial para la pareja ahora es su recuperación conjunta y total, sin importar lo que venga después y derrochar amor el uno por el otro como el primer día.