El festejo más responsable del Real Madrid
Los hinchas acataron el pedido de las autoridades sanitarias y no acudieron a Cibeles, clásico sitio para celebrar sus conquistas.
Olé
Así como el Obelisco es el lugar predeterminado para los festejos de los hinchas argentinos, la fuente de Cibeles está asociada a cada conquista del Real Madrid. Sin embargo, el contexto de la pandemia obligó a que las autoridades tomaran medidas. Y los fanáticos merengues mostraron mucha responsabilidad a la hora de celebrar una nueva Liga.
La fuente había sido vallada desde temprano y un cordón policial custodiaba por las dudas. Sí pasaron varios autos y motos, que hicieron sonar sus bocinas mientras en el aire ondeaban banderas del Real Madrid, pero no pasó de ahí.
Un operario con barbijo le puso a la Cibeles una bufanda del Merengue, algo que en otra oportunidad hubiera hecho Sergio Ramos, tras llegar hasta allí en el micro descapotable, otra costumbre que debió suspenderse en este contexto sanitario.
Para los habitantes de Madrid que no son hinchas del Real, los festejos en Cibeles suelen ser un dolor de cabeza, en especial porque varias veces la diosa terminó vandalizada. Sin embargo, esta vez primó la cordura.
Incluso, el alcalde de Madrid, hincha del Atlético, felicitó a los hinchas por su comportamiento: "Enhorabuena madridistas, por vuestro nuevo título de Liga y por este ejercicio de contención y responsabilidad con la ciudad de Madrid". Festejos en tiempos de coronavirus.
Así como el Obelisco es el lugar predeterminado para los festejos de los hinchas argentinos, la fuente de Cibeles está asociada a cada conquista del Real Madrid. Sin embargo, el contexto de la pandemia obligó a que las autoridades tomaran medidas. Y los fanáticos merengues mostraron mucha responsabilidad a la hora de celebrar una nueva Liga.
La fuente había sido vallada desde temprano y un cordón policial custodiaba por las dudas. Sí pasaron varios autos y motos, que hicieron sonar sus bocinas mientras en el aire ondeaban banderas del Real Madrid, pero no pasó de ahí.
Un operario con barbijo le puso a la Cibeles una bufanda del Merengue, algo que en otra oportunidad hubiera hecho Sergio Ramos, tras llegar hasta allí en el micro descapotable, otra costumbre que debió suspenderse en este contexto sanitario.
Para los habitantes de Madrid que no son hinchas del Real, los festejos en Cibeles suelen ser un dolor de cabeza, en especial porque varias veces la diosa terminó vandalizada. Sin embargo, esta vez primó la cordura.
Incluso, el alcalde de Madrid, hincha del Atlético, felicitó a los hinchas por su comportamiento: "Enhorabuena madridistas, por vuestro nuevo título de Liga y por este ejercicio de contención y responsabilidad con la ciudad de Madrid". Festejos en tiempos de coronavirus.
