Armonía en el vestuario del PSG
Por primera vez en muchos años, el vestuario se ha convertido en una piña y ve con serias opciones conseguir la ansiada Champions League este año.
Andrés Onrubia
As
"París es mágico", así titulaba Neymar en su Twitter la fiesta por el día nacional en Francia. El brasileño aparecía en la foto sonriente junto a varios de los pesos pesados de la plantilla del PSG. Por primera vez en muchos años, se habla solo de fútbol en el vestuario del campeón de la Ligue 1 y no de temas extradeportivos.
El pasado viernes, la plantilla del conjunto parisino salió muy satisfecha del sorteo de la Champions. Enfrente estará la Atalanta, uno de los equipos más ofensivos de Europa, pero que, a priori, no asusta a la entidad que dirige Thomas Tuchel. Y más tras estar haciendo piña en una de las temporadas más decisivas desde que aterrizara Nasser Al-Khelaïfi en la capital francesa allá por 2011.
El vestuario del PSG es probablemente el más unido de los últimos años. Neymar solo habla de fútbol y su deseo de ganar la Champions en París; Mbappé está centrado única y exclusivamente en la Copa de Europa y los jugadores siguen fortaleciendo el grupo antes que las individualidades. Todo ello dirigido por un Thomas Tuchel que ha conseguido lo que Emery o Blanc no pudieron: convencer a toda la plantilla de que sea importante en uno de los equipos más exigentes de Europa.
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"París es mágico", así titulaba Neymar en su Twitter la fiesta por el día nacional en Francia. El brasileño aparecía en la foto sonriente junto a varios de los pesos pesados de la plantilla del PSG. Por primera vez en muchos años, se habla solo de fútbol en el vestuario del campeón de la Ligue 1 y no de temas extradeportivos.
El pasado viernes, la plantilla del conjunto parisino salió muy satisfecha del sorteo de la Champions. Enfrente estará la Atalanta, uno de los equipos más ofensivos de Europa, pero que, a priori, no asusta a la entidad que dirige Thomas Tuchel. Y más tras estar haciendo piña en una de las temporadas más decisivas desde que aterrizara Nasser Al-Khelaïfi en la capital francesa allá por 2011.
El vestuario del PSG es probablemente el más unido de los últimos años. Neymar solo habla de fútbol y su deseo de ganar la Champions en París; Mbappé está centrado única y exclusivamente en la Copa de Europa y los jugadores siguen fortaleciendo el grupo antes que las individualidades. Todo ello dirigido por un Thomas Tuchel que ha conseguido lo que Emery o Blanc no pudieron: convencer a toda la plantilla de que sea importante en uno de los equipos más exigentes de Europa.
