Semifinales épicas de Boca: de la cabeza de Samuel a la niebla de Cúcuta
Hace 20 años, Boca pasaba a la final de la Copa del 2000 con gol heroico del ex defensor ante el América. Y algo similar pasaba con Battaglia, para dar vuelta la serie en el 2007. Repasá dos epopeyas que marcaron el camino a la gloria...
Olé
Los minutos de los goles y la forma en la que fueron festejados, marcan el desahogo del momento, lo heroico de los esos dos pases a la final. Y esos hechos son más significativos si se tiene en cuenta lo que pasó luego: uno, el de Walter Samuel al América, encaminó la consagración de la primera Libertadores del ciclo Bianchi, en el 2000. El otro, el de Sebastián Battaglia al Cúcuta, le dio pie a la obtención de la Sexta, la última que ganó Boca, la que desde entonces sueña con volver a repetir.
La otra coincidencia del destino, claro, es que esos dos cabezazos se festejan el mismo día: un 7 de junio. En el 2000, Walter Samuel la metía a los 83 minutos. Boca perdía 3 a 0 ante el América en México en una serie que parecía cerrada con el 3 a 0 en la Bombonera, pero que se complicó en la altura del DF. Hasta que apareció el ex defensor central para poner el 1-3 cerca del final, asegurar el pasaje a la definición con Palmeiras y empezar a agigantar esa conquista inolvidable.
Siete año después, Battaglia repitió esa especie de gol milagroso en un partido que tuvo muchos condimentos, pero uno en especial: la niebla. Ese fenómeno climático hizo que el partido estuviera a punto de postergarse, en primera instancia, para el día siguiente. Finalmente arrancó casi una hora más tarde, aunque en el segundo tiempo estuvo a punto de suspenderse otra vez. Ahí, cuando ya no se veía nada, Battaglia terminó con la zozobra: puso a los 90 el gol del 3 a 0 (antes habían marcado Riquelme de tiro libre y Palermo, nada menos,) que aclaró el pase a la final. Porque la realidad es que si bien el 2 a 0 ya clasificaba a Boca, un gol de Cúcuta en el final hubiera dejado al equipo de Russo afuera.
Las dos semifinales, entonces, fueron heroicas. Y las tapas de Olé lo reflejaron de esa forma. La del 8 de junio del 2000, el día después del cabezazo de Samuel, el diario tituló: "El corazón en la Boca". Y la bajada lo decía todo: "Altura, angustia, drama y alegría". La portada del 2007 tuvo el factor climático como condimento: "Boca habría pasado a la final", con una foto que refleja la sombra de Riquelme festejando con Palermo en medio de una niebla infernal. Luego, llegó la paliza a Gremio en la definición.
Hace 20 años, entonces, la hazaña ante el América fue con Bianchi en el banco y Boca formó así: Córdoba; Ibarra, Bermúdez, Samuel, Arruabarrena; Marchant, Traverso, Gustavo; Riquelme; Delgado y Barijho. Luego entraron Battaglia, Basualdo y el chaqueño Giménez.
Hace 13 años, por su parte, la épica semi ante Cúcuta tuvo a Miguel Russo como DT y los 11 fueron: Caranta; Ibarra, Cata Díaz, Morel, Clemente; Ledesma, Banega, Cardozo; Riquelme; Palacio y Palermo. Luego ingresaron Silvestre y Battaglia.
Los minutos de los goles y la forma en la que fueron festejados, marcan el desahogo del momento, lo heroico de los esos dos pases a la final. Y esos hechos son más significativos si se tiene en cuenta lo que pasó luego: uno, el de Walter Samuel al América, encaminó la consagración de la primera Libertadores del ciclo Bianchi, en el 2000. El otro, el de Sebastián Battaglia al Cúcuta, le dio pie a la obtención de la Sexta, la última que ganó Boca, la que desde entonces sueña con volver a repetir.
La otra coincidencia del destino, claro, es que esos dos cabezazos se festejan el mismo día: un 7 de junio. En el 2000, Walter Samuel la metía a los 83 minutos. Boca perdía 3 a 0 ante el América en México en una serie que parecía cerrada con el 3 a 0 en la Bombonera, pero que se complicó en la altura del DF. Hasta que apareció el ex defensor central para poner el 1-3 cerca del final, asegurar el pasaje a la definición con Palmeiras y empezar a agigantar esa conquista inolvidable.
Siete año después, Battaglia repitió esa especie de gol milagroso en un partido que tuvo muchos condimentos, pero uno en especial: la niebla. Ese fenómeno climático hizo que el partido estuviera a punto de postergarse, en primera instancia, para el día siguiente. Finalmente arrancó casi una hora más tarde, aunque en el segundo tiempo estuvo a punto de suspenderse otra vez. Ahí, cuando ya no se veía nada, Battaglia terminó con la zozobra: puso a los 90 el gol del 3 a 0 (antes habían marcado Riquelme de tiro libre y Palermo, nada menos,) que aclaró el pase a la final. Porque la realidad es que si bien el 2 a 0 ya clasificaba a Boca, un gol de Cúcuta en el final hubiera dejado al equipo de Russo afuera.
Las dos semifinales, entonces, fueron heroicas. Y las tapas de Olé lo reflejaron de esa forma. La del 8 de junio del 2000, el día después del cabezazo de Samuel, el diario tituló: "El corazón en la Boca". Y la bajada lo decía todo: "Altura, angustia, drama y alegría". La portada del 2007 tuvo el factor climático como condimento: "Boca habría pasado a la final", con una foto que refleja la sombra de Riquelme festejando con Palermo en medio de una niebla infernal. Luego, llegó la paliza a Gremio en la definición.
Hace 20 años, entonces, la hazaña ante el América fue con Bianchi en el banco y Boca formó así: Córdoba; Ibarra, Bermúdez, Samuel, Arruabarrena; Marchant, Traverso, Gustavo; Riquelme; Delgado y Barijho. Luego entraron Battaglia, Basualdo y el chaqueño Giménez.
Hace 13 años, por su parte, la épica semi ante Cúcuta tuvo a Miguel Russo como DT y los 11 fueron: Caranta; Ibarra, Cata Díaz, Morel, Clemente; Ledesma, Banega, Cardozo; Riquelme; Palacio y Palermo. Luego ingresaron Silvestre y Battaglia.
