Nápoli jugará la final de la Copa Italia ante Juventus
El Inter no aprovechó la ventaja inicial y chocó contra un Ospina que estuvo magnífico después de fallar en la primera. Lautaro no jugó bien y el Napoli jugará la final contra Juventus.
Olé
Hay errores que se repiten. Debe ser lo que más preocupa a Antonio Conte. Pasan los partidos, cualquiera sea el contexto, y el Inter sigue dejando la misma imagen. Ese golpe de horno que le falta es uno de los motivos por los que Lautaro Martínez no tuvo que pensar mucho cuando llegó el interés de Barcelona. El Neroazzurro otra vez se quedó en las puertas de dar un paso al frente y defraudó en las semifinales contra Napoli.
Es difícil de explicar por qué no jugará la final del miércoles contra la Juventus. A los dos minutos se encontró con lo que había ido a buscar al sur de Italia: el gol para empatar la serie, luego del 0-1 en Milán antes de la pandemia. Un gol olímpico de Eriksen, que se metió entre las piernas de Ospina, había dejado al Inter con la sensación de que podía ser el finalista.
Fue siempre más que su rival. Pero siempre hay un pero. A los 40 minutos, Antonio Candreva pudo haber sentenciado la serie. Entró al área por el lado derecho y remató alto. Era gol, pero un manotazo fenomenal del arquero colombiano se lo negó. De ahí nomás, a la salida del corner, el mismo Ospina hizo un saque rápido de 70 metros que cayó en los pies de Insigne, que asistió solito a Mertens para el 1-1. Insólito. De contra, cuando mejor estaba el Inter, se encontró con un golpazo.
El segundo tiempo siguió teniendo al Inter como protagonista. Pero fueron los volantes, con remates de media distancia, los que más empujaron. Lautaro y Lukaku tuvieron rendimientos muy bajos. El Toro, quien se llevó todas las miradas por su inminente pase al Barsa, estuvo lejos de su mejor versión. Apenas hizo un remate al arco (al medio) en los 70 minutos que estuvo en cancha. Sin poder de fuego, el Inter volvió a demostrar que no está a la altura de la Juventus. Y Lautaro, cansado también de que el equipo no lo alimente lo suficiente, estará tachando los días para encontrar los pases de Messi.
Hay errores que se repiten. Debe ser lo que más preocupa a Antonio Conte. Pasan los partidos, cualquiera sea el contexto, y el Inter sigue dejando la misma imagen. Ese golpe de horno que le falta es uno de los motivos por los que Lautaro Martínez no tuvo que pensar mucho cuando llegó el interés de Barcelona. El Neroazzurro otra vez se quedó en las puertas de dar un paso al frente y defraudó en las semifinales contra Napoli.
Es difícil de explicar por qué no jugará la final del miércoles contra la Juventus. A los dos minutos se encontró con lo que había ido a buscar al sur de Italia: el gol para empatar la serie, luego del 0-1 en Milán antes de la pandemia. Un gol olímpico de Eriksen, que se metió entre las piernas de Ospina, había dejado al Inter con la sensación de que podía ser el finalista.
Fue siempre más que su rival. Pero siempre hay un pero. A los 40 minutos, Antonio Candreva pudo haber sentenciado la serie. Entró al área por el lado derecho y remató alto. Era gol, pero un manotazo fenomenal del arquero colombiano se lo negó. De ahí nomás, a la salida del corner, el mismo Ospina hizo un saque rápido de 70 metros que cayó en los pies de Insigne, que asistió solito a Mertens para el 1-1. Insólito. De contra, cuando mejor estaba el Inter, se encontró con un golpazo.
El segundo tiempo siguió teniendo al Inter como protagonista. Pero fueron los volantes, con remates de media distancia, los que más empujaron. Lautaro y Lukaku tuvieron rendimientos muy bajos. El Toro, quien se llevó todas las miradas por su inminente pase al Barsa, estuvo lejos de su mejor versión. Apenas hizo un remate al arco (al medio) en los 70 minutos que estuvo en cancha. Sin poder de fuego, el Inter volvió a demostrar que no está a la altura de la Juventus. Y Lautaro, cansado también de que el equipo no lo alimente lo suficiente, estará tachando los días para encontrar los pases de Messi.
